De las nuevas generaciones de pianistas españoles destaca el grancanario, afincado en Valladolid, Iván Martín que afrontaba el Concierto para piano en La m, Op. 16 (Grieg), otro nórdico pero formado en esa ciudad alemana que haría de nudo gordiano musical, aunque ligado a Copenhague por el estreno de su único concierto para piano, corroborando que a los daneses les llamen "latinos del norte" por la luminosidad y caracter que emana esta obra de la que tan buenas versiones he escuchado en vivo (no puedo más que recordar a Carmen Yepes con la OSPA y Ari Rasilainen ¡hace 8 años!, donde también se programó otro Sibelius y su Tercera).
La propina volvió a Leipzig al tocar, sin "su Proyecto Bach" el Adagio del Concierto nº 5 para clave BWV 1056, sonoridades casi sinfónicas nada evocadoras del instrumento original pero con una personalísima interpretación por parte del docente y pianista grancanario que me gustó, tal vez por esta "Pasión Bach" mía que me hace disfrutar con cualquier versión que tenga calidad, y la de Iván Martín la tuvo.
Como arranque de las jornadas el pianista brilló con luz propia.