[Ricardo Portmán]
Leiva demostró con su debut Diciembreque podía atarse los cordones fuera del entorno Pereza. Es talentoso y con suficiente bagaje musical como para darnos material de calidad. Pero esa caja de pandora de los segundos discos puede ser también traicionera con su contenido. Su nuevo trabajo se titula Pólvora, pero no se ven chispas, ni riesgo de explosiones, en el horizonte.
Hay que decirlo, la producción es de lujo y todo lo concerniente a lo sonoro se asienta a sus anchas en el aprobado. Entre sus trece pistas despuntan el adelanto Terriblemente Cruel, Cerca, Palomas y Ciencia-Ficción. Pero siempre hay un “pero”, que es el que separa el aprobado del sobresaliente. Se queda en el aire la asignatura de la lírica (el recurrente talón de Aquiles del madrileño). Cuando Leiva dé el siguiente gran paso, y sus estrofas ganen en madurez, entonces habrá que echarse a temblar (positivamente). Y acotamos, Pólvora no desentona por su contenido per se sino por venir de quien viene.
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