Ludwig Wittgenstein
En su primer libro Wittgenstein sostuvo que el auténtico y genuino lenguaje del conocimiento y la experiencia no es ese lenguaje que hablamos todos los días. El lenguaje en el que se expone la esencia del mundo es el lenguaje de la lógica, y la Lógica es una ciencia expuesta en un lenguaje formal y artificial cercano a la matemática (éste es, por ejemplo, el lenguaje que hoy ‘hablan’, por decirlo así, los ordenadores, los computadores). Por lo tanto, según esto, lo que debe hacerse es traducir todo el lenguaje del conocimiento al lenguaje de la lógica: solo así el lenguaje proporcionará un auténtico y genuino conocimiento de la realidad.En su segundo libro su tesis de fondo es distinta: el lenguaje primordial no es un lenguaje artificial sino la lengua ‘natural’, el lenguaje común y corriente. Por eso no hay un único lenguaje, hay múltiples juegos de lenguaje trenzados con una pluralidad de formas de vida (el juego de lenguaje de la ciencia de la lógica es un juego entre otros, sin ningún privilegio sobre los demás, no es mejor ni peor el lenguaje de la ciencia que el lenguaje de la poesía, cada uno tiene validez en su parcela propia).
El significado de las palabras es su uso en el juego del lenguaje.
Por lo tanto, y como resumen y conclusión, el conocimiento lingüístico de la realidad o del mundo se plantea de un modo muy distinto según se sostenga una u otra concepción del lenguaje. En su primera etapa Wittgenstein defendió una concepción estrecha y rígida, creyendo que solo puede haber un lenguaje legítimo (el lenguaje de la lógica matemática); posteriormente planteó una concepción del lenguaje amplia y flexible (y esta última es la que ha terminado siendo la más influyente en la filosofía contemporánea: hay múltiples formas de vida en las que se acude al lenguaje más apropiado para su desarrollo).