Lenguaje electoral

Publicado el 02 abril 2012 por Corsojc @corsojc

Uno de los aspectos que hacen dela democracia el mejor sistema de gobierno que conocemos por el momento, es laposibilidad de elegir a los representantes de los ciudadanos para que organicenlas cuestiones de la esfera pública. La labor que deben desempeñar es ardua ydifícil, ya que en la sociedad los intereses de la gente se encuentranenfrentados en muchos terrenos y llevar a cabo políticas que contenten a todosparece imposible.
Dentro de este marco general dela democracia, el proceso de elección debiera ser algo normal, un aspecto másde nuestras vidas y, aunque poco habitual dada la periodicidad, no debieramagnificarse y frenar otros aspectos de la vida política como sucede cada vezque hay elecciones. Sin embargo, las campañas electorales se han convertido enuna especie de evento deportivo en el que se compite por un trofeo, que en estecaso se trata del bastón de mando.
Una vez que se celebran laselecciones vienen los resultados y los análisis de lo sucedido. En el ámbitodeportivo sucede lo mismo, principalmente en el futbol en el que multitud demedios de comunicación dedican muchos recursos para analizar los resultados desdediferentes ópticas.
Desde mi punto de vista, unaselecciones legislativas no son ningún juego, son una cosa muy seria a pesar deque en la actualidad parezca que los circos de los mítines o los debatestelevisivos son algo importante.
En las últimas elecciones a losparlamentos autonómicos de Andalucía y Asturias los resultados fueron llevadosen su máxima expresión al ámbito del análisis post-partido de los fines desemana. En cualquier medio de comunicación aparecían las palabras victoria,derrota, perdedores, ganadores… Entonces fue cuando me di cuenta de que ellenguaje post-electoral era otra de esas cuestiones en la que no nos fijamoshabitualmente, pero que forman parte de una especie de cortina de humo queentorpece lo que deberían ser los verdaderos análisis.
¿Cuáles son esos análisis? Larespuesta enlaza con el lenguaje de campaña electoral, en el que no se dicenada, como los entrenadores en el previo de un partido que ocultan su táctica ylos jugadores que van a saltar al campo. La verdad es que antes y después de unacontecimiento tan importante como unas elecciones lo que se cuenta, debieraestar en la línea de las ideas concretas, de las políticas efectivas, de las medidasa tomar, y no de la búsqueda del aplauso a través de aquello tan manido de “vamos a ganar”.
Señoras y señores de la política,esto no va de ganar o perder, esto va de gobernar, si ustedes se llegan en lacláusula de la maximización del poder y tienen como objetivo hacerlo bien paraseguir manteniéndose, en vez de hacerlo al revés, es decir, conseguir entrar enlos circuitos de poder para poder hacer cosas por los ciudadanos y mejorar lasociedad en la que vivimos todos, sólo van a conseguir que la herida se hagamás profunda.
Señoras y señores ciudadanos,lean entre líneas, esto no es un partido de futbol, no se trata de ganar, ymucho menos de enfrentarse, se trata de vivir en armonía y en prosperidad, nose crean lo primero que oyen, “más duraserá la caída”.