Lentejas a la Marroquí, especiales para Ester

Por Cocinamarroqui

Lentejas a la Marroquí, especiales paraEster
¡ Per molts anys companya !
Ester — sin “h” — es una buenaamiga, hoy cumple años y aunque sea desde la distancia, no podíamos olvidarnosde ella.Sí nosotros siempre viajamos conlatas de calamares en su tinta, ella lo hace con lentejas al natural y algunaotra de acelgas y/o espinacas.Ese, es el motivo, por el quehemos querido felicitarla con este plato, sabemos que es uno de sus preferidos— una vez más, la belleza de la simplicidad —. Ester, conoce bien Marruecos, elAtlas, el desierto… ha viajado muchas veces, muchas. Sabe, que los que tenemosel estómago algo delicado, de vez en cuando, nos apetece algo light, lejos deespecias y condimentos contundentes, aunque parezca extraño, eso en Marruecos,resulta bastante difícil, salvo claro está, lo cocines tu mismo.Recordamos aún, unas lentejas quecocinó en una ocasión en el Assif Melloul, con sus “bledes” (acelgas), donde primabalo light y eran antesala de una contundente tajine.El plato que le hemos hecho, sonunas lentejas marroquís al modo clásico, acompañadas de una crema de espinacas,otra crema de coliflor con almendras, acompañada con unas espinacas a lacatalana muy sui-generis, ya que nos faltaban algunos ingredientes. Nos sabrácomprender.Por lo tanto, Ester, solo nosqueda enviarte muchos besos y desearte lo mejor. Nos vemos pronto.Vamos con ella.
Ingredientes
LentejasEspinacasColiflor½ patata y una chalotaCebollaTomateAjoAceite de oliva, salAceite negro Comino, jengibre molido, azafrán,pimentón rojo, una punta de laurel, sal y pimienta.Piñones o bien almendra crudafileteada
Las lentejas a la Marroquí
Sofreímos media cebolla, undiente de ajo y un tomate pelado y troceado. Una vez listo, incorporamos laslentejas y una punta de laurel, las cubrimos con agua y hervimos a fuego lento.Una vez empiecen a estar blandas, añadimos las especias. Una cucharadita decomino, una de jengibre, unas hebras de azafrán, media cucharita de pimentóndulce. Rectificamos de sal y pimienta. Acabamos la cocción y listas. Podemosservirlas secas o bien con caldo, al gusto.
La crema de espinacas
Sofreímos una chalota, cuándoesté lista, añadimos la patata troceada, ponemos un dedo de agua y hervimos.Una vez hervida la patata y secas de agua, añadimos las espinacas. Tapamos lacazuela, no deben hervir, se harán con el propio vapor. Trituramos todoañadiendo un chorro de aceite de oliva, rectificamos de sal. Listo
La crema de coliflor conalmendras
Hervimos la coliflor. Una vezlista, añadimos almendras crudas tostadas ligeramente. Repetimos la operación.Trituramos bien fina la mezcla añadiendo aceite de oliva, sal y una punta depimienta. Otra lista.
Las espinacas a la catalana
Un clásico. En una sartén conunas gotas de aceite, freímos piñones —hemos utilizado almendras crudas por falta de tan exquisito fruto — añadimos uvas pasas. Introducimoslas espinacas en crudo. Damos un par de vueltas, apagamos el fuego y tapamoscon el fin que se acaben de cocinar con su propio vapor. Deben quedar con untoque crujiente. Para montar el timbal, hemos mezclado esas espinacas con unpar de cucharadas de la crema de coliflor. Listo
¿Montamos el plato?
Hacemos dos bases con las cremas,encima de la de espinacas, disponemos las lentejas. Decoramos con un huevo deperdiz — sí, sí de perdiz — ponemos dos hojas de espinaca que habremos pasadoligeramente por la plancha. En la otra base, disponemos las espinacas a lacatalana con un trocito de coliflor. Acabamos de decorar con aceite negro.
¿Sabías que?
La palabra amistad viene deltermino amicus, naturalmente del latín, esta deriva de amore, amar. La amistad,palabra algunas veces utilizada muy a la ligera, no es más que una relaciónafectiva entre dos o más personas.
"Hamete que pocas veces vio aSancho Panza sin ver al rucio, ni al rucio sin ver a Sancho: tal era la amistady buena fe que entre los dos se guardaban."
Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la mancha