Se trata de cultura y de enriquecerse culturalmente con aportaciones de autores y libros de todas partes. Esto, que parece de lógica aplastante, hay que repetirlo una y otra vez para que algunos lectores/as lo comprendan, lo asimilen y abandonen ideas excluyentes.
Traigo este tema aquí porque veo iniciativas preocupantes en las que se intenta poner puertas a la cultura, favoreciendo a determinados autores o países. O ambos. Es lo que sucede con ese movimiento denominado #Leoautoresespañoles que pretende impulsar la lectura de autores españoles. Que está muy bien, pero que está mejor leer autores de todo el mundo, digo yo.
Ese tufillo discriminador hacia otros autores no encaja bien con lo que significa precisamente la cultura, que debe ser integradora, abierta y sin fronteras.
La calidad literaria se encuentra en cualquier libro, independientemente de si su autor es español, inglés, norteamericano, mexicano o chino. Un lector abierto a leer libros de cualquier parte, es un lector más plural, objetivo y con más bagaje cultural.
Cuando se empieza a discriminar, censurar y fomentar determinadas actitudes, la cultura es la que pierde. Por eso, mi consejo es: lea autores de todo el mundo (lo que vendría a ser: #leoautoresdetodoelmundo). Un hastag que sí debería hacerse viral para favorecer la lectura integradora de cualquier libro y cualquier autor. Lo importante no es poner una etiqueta: "autores españoles" "autores norteamericanos", lo importante es leer calidad venga de donde venga.
El reconocimiento no se consigue con movimientos que sólo pretenden marcar un camino intelectual y cultural, sino con calidad, trabajo riguroso y originalidad. Los buenos autores españoles no necesitan de campañas de este tipo, como tampoco los buenos autores de cualquier país.
De un tiempo a esta parte detecto movimientos de lectoras en España que sólo se apuntan a la lectura cuando se trata de autores (o más bien autoras) españoles, que escriben determinado tipo de libros y con una miopía cultural muy grande.
El mundo de las letras no empieza ni termina en España, ni en los autores españoles. Y ganarse el prestigio y el reconocimiento no depende de campañas orquestadas por mentes con prejuicios culturales. Afortunadamente.