Leon Bridges, como decía ayer, ha editado su nuevo trabajo el 4 de mayo, segundo álbum de su carrera, titulado Good Thing, y efectivamente es una cosa buena este artefacto sonoro. Es ahora mismo una de las salvaciones de la música soul, que fluye con fuerza y profundidad gracias a su calidad. Hablamos de un chico, que en julio cumplirá 29 años, nacido en Forth Worth, Texas y que en 2015 hizo su debut discográfico, Coming home. Pero antes de eso, en 2014 ya había avisado con dos canciones que pusieron en alerta a todo el mundo (hoy en día ante todo internet) y ofreciendo unos conciertos intimistas en solitario en Londres, Los Ángeles, Nashville o New York. Es un músico con un talento indiscutible, que le pega al Soul, al Rock and roll, al Rhythm & Blues, al Gospel o al Blues con igual aplomo. Por momentos tiene cosas de Otis Redding (cuando hacía baladas), en otros su dulce voz me recuerda mucho al gran Sam Cooke, y desde luego que los lleva dentro, aunque él no los conoció hasta un poco tarde, y se dio cuenta que los tenía ya como una influencia. Pero aquí ha abierto la paleta, quizás influenciado por cómo otros artistas de color meten bases de hip hop y demás, pero por así decirlo la base soul, para mi gusto, sigue estando ahí, la fachada sonora aparente no debe ocultar eso.
A la hora de componer Bridges se rodea de mucha gente, que aparecen en los créditos, son por así decirlo composiciones corales, al igual que la producción, que no es de una sola persona, y eso hace que el trabajo tenga su variedad, aparte de la estilística del propio artista.
Se inicia el disco con Bet ain't worth the hand, una pieza delicada, preciosa y que inevitablemente me lleva a recordar a Sam Cooke, por la manera dulce en que interpreta. Bad Bad News mezcla el jazz, el funky y ritmos de hip hop, y le queda de vicio la verdad, me parece un tema espléndido, de esos que a la primera escucha ya te atrapan, con esos coros elegantes ahí detrás que repiten sus frases. Shy, con esa base de hip hop en el ritmo también y el acorde de guitarra sirven de introducción para la delicada voz de Bridges, que dibuja una bella melodía, y donde dice que es tímido... En Beyond recupera un estilo más clásico en todos los aspectos, siendo un tema de raíz acústica, es un medio tiempo maravilloso que canta como los ángeles. En Forgive you vuelve a sonar modernete y aquí es donde arriesga, para unos será donde derrapa y para otros donde acierta, a mi me parece una canción pop bastante bien acabada pero quizás algo le falta, no sé, queda algo plana.Lions vuelve a esos ritmos de hip hop de base, pero aquí al tema le cuesta arrancar, parece la típica canción que de una sesión improvisada que ha ido creciendo y fue adornándose con los chasquidos de dedos, los teclados, etc... If It Feels Good (Then It Must Be) es otra apuesta por sonar moderno, pero aquí hay un ritmo animoso y su voz queda incrustada de manera coherente, en este caso si me parece que su evolución es lúcida. You don't know es la más funky-soul del trabajo y me recuerda a grupos en los aspectos vocales ochenteros, tipo Kool & the Gang. En Mrs. vuelve a su lado vintage, muy soul y francamente aquí está soberbio, un tema lento que borda en la interpretación con una base de jazz, pero de una belleza sublime, excelente canción, sin duda mi favorita. Georgia to Texas remata el álbum, también en onda clásica, muy jazzística, con un saxo precioso y donde Leon vuelve a interpretar de una forma gloriosa, se nota que este tipo de canciones le van como anillo al dedo y me viene su imagen apoyado en el piano con una luz tenue cantando.
En definitiva aquí Leon Bridges ha demostrado que es un tipo inquieto, que sabe evolucionar y que sin duda tiene un talento descomunal, que debemos disfrutar todo lo que podamos, y ojalá un servidor pueda verlo en vivo.Os dejo con el vídeo y el tema Bet Ain't Worth the Hand.