León Pancaldo, un aventurero que sufrió el primer remate porteño en el 1500

Por Patriciagarcia

Savona , Italia, Torre León Pancaldo,
 marinero que llegó a Buenos Aires 
trayendo sus desgracias y gracias. 
Antiguamente fue un mirador
que se llamaba Torre della Quadra. 
Se la conoce también como 
Torreta (torre pequeña)



León Pancaldo se le atribuye haber ingresado por primera vez a Buenos Aires objetos de vidrio entre otros que se conocían en estas costas. Su historia es propia de un aventurero y podemos cerrar los ojos e imaginarnos su travesía hace más de 400 años, cuando Garay aún no conocía la costa porteña.
León Pancaldo fue un genovés que vivió desafiando su propia suerte. A los 27 años, recién casado, parte como marinero con Magallanes y termina prisionero, después de muchos recorridos y desgracias siendo el único sobreviviente ya en la India. Entonces logra esconderse en un barco que partía a Portugal junto a otro polizonte, Juan Bautista Poncerón, igualmente genovés.................
Ahi siguió la mala racha: el barco se detuvo en Mozambique y los marineros descubrieron a los polizontes.
Los mandaban a la India, pero la nave un pudo partir. Pancaldo y su compañero escribieron una carta al rey Carlos V. Fue en 1525 y después de 6 años de peripecias.
Nuevamente Pancaldo se esconde tres días, sin comida y sin agua y lo descubren otra vez, pero da tanta lástima que lo mandan a Lisboa, adonde llega en 1527. Tras 8 años de ausencia regresa a Génova a ver a su familia y a cosechar una fama de gran marino que lo hace recibir ofertas de los reyes de Portugal y de Francia.
Termina contratado por empresarios parisinos, pero Portugal le mejora la oferta y por un buen dinero, Pancaldo acepta una misión estrictamente secreta para descubrir nuevos dominios. Desde 1531 y por unos cinco años, el marinero cumple el pacto hasta que recibe una propuesta de comerciantes españoles para llevar mercaderías al Perú y así sale en 1536 de Cadiz, con dos barcos repletos de objetos como armas, vestimenta, comida, bebidas, adornos.
En noviembre de 1537 una nave, “Concepción” a cargo de su paisano Vivaldo, naufraga en la costa patagónica, a la altura de Rio Gallegos y descontando las pérdidas, tripulantes y mercancías siguen en la Santa María, la nave de Pancaldo. El clima le hace tomar distintos rumbos a medida que se van quedando sin víveres, hasta que en febrero de 1538 se acerca a la costa del Rio de la Plata.
Intenta ingresar por la boca del Riachuelo pero el barco encalla. Entonces descubre que no había riquezas, casi ni gente y mucho menos estaban aquellos conquistadores a los que quería vender sus mercancías. Deja perder la Santa María pero salva los objetos.
Como si su mala suerte fuera poca, le inician dos juicios. Uno lo hace López de Aguiar por haberlo guiado en un trayecto, otro se lo hacen contra López de Aguiar por haberlo hecho encallar. Pierde y le sacan todo, hasta los esclavos. Se dice que un 20 de enero de 1539 los subastan y que ese fue el primer remate que se llevó a cabo en Buenos Aires.Al año siguiente, Pancaldo muere, sin haber cobrado un peso por lo vendido ya que aceptó una suerte de pagarés que no llegó a efectivizar. Eso sí, los acompañantes que quedaban de Don Pedro de Mendoza tuvieron alimentos y ropa que ni esperaban.
El cronista de Pedro de Mendoza
Escribió Ulrico Schmidl que “Por el mes de Abril del año pasado de mil é quinientos é treinta é ocho años, bino al puerto de Buenos Ayres una nao cargada de mercaderias é muchos vinos, é algunos bastimentos, con lo cual se reformó la gente que allí residia: esta nao yba al estrecho y no pudo pasar y entró en el rio: venia por piloto Leon Pancaldo saones de estas mercaderias cobraron los Tenientes de Thesorero é contador derechos de almojarifazgo en sedas, paños, liensos, y estando la Iglesia muy pobre, no quisieron proveerla de cosa alguna, todo lo gastaron en sus casas”.

El arqueólogo de la ciudad de Buenos Aires, Daniel Schavelzon
asegura que :
La más antigua referencia al vidrio en estas tierras porteñas la dejó estampada el escribano real Pedro Fernández el 1 de julio de 1538, al enumerar el contenido de la nave de León Pancaldo, mercader genovés que había llegado atraído por la primera fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza y que encalló en el Río de la Plata. Allí se enumeran:
- “una caxita /no.1/ de vidrio en que ay quarenta piecas de vidrio”
- “otra caxica de numero /2/ en que ay cinquenta piecas de vidrio”
- “otra caxita d. numero /3/ en que ay cinquenta piecas de vidrio esmaltado y blanco”
- “otra caxa de numero /4/ en la que ay quarenta piecas esmaltadas de bermejo”
- “otra caxa de numero /5/ en la qual ay ciento e treynta piecas de tacas de ampollas” (Comisión Oficial 1941-II:238)

Y concluye: "Pero por interesante que resulte ese envío, la verdad es que ni siquiera sabemos con exactitud dónde se fundó esa primer Buenos Aires; menos aún podremos encontrarlos. Y a la fecha no tenemos ninguna colección de vidrio publicada fechable entre los siglos XVI y XVIII, salvo algunos ejemplos de Buenos Aires y lo poco que hemos visto en las colecciones de Santa Fe la Vieja. En síntesis: está todo por hacer."