Artista: Leprous
Álbum: Pitfalls
Año: 2019
Género: Heavy progresivo / Pop-rock electrónico / Soul electrónico.
Duración: 55:09
Nacionalidad: Noruega
Llegamos a una de ellas, en su máxima expresión.
De lo que leí, lo que me parece que sintetiza mejor lo que está en juego acá es la siguiente reseña:
Comentaba Einar Solberg en los meses previos a la publicación de Pitfalls que éste sería un álbum que muchos de sus seguidores iban a odiar. Dudo si llegará a tanto, pero solo hace falta darle una escucha para saber que no va a dejar indiferente a ningún fan de Leprous.Gonzalo Puebla
Los noruegos se han ido convirtiendo por derecho propio en una de las bandas más destacadas dentro del circuito progresivo en esta década. La evolución que han experimentado, desde sus inicios más metaleros hasta la actualidad donde presentan un sonido más rockero, no le ha restado ni un ápice de personalidad a su particular manera de entender el género. Sin embargo, su sexta referencia de estudio no es otro paso más en su carrera. Porque puede ser que ‘Below’, el corte que inaugura el álbum, hubiese encontrado un hueco en Malina (su anterior obra de hace dos cursos), a pesar de un tono más contenido.
Pero poco a poco nos iremos sorprendiendo ante una manera de acercarse al pop que hasta ahora era inédita en Leprous. En ‘I Lose Hope’ y ‘By My Throne’, las guitarras y la batería dan varios pasos atrás para que la siempre prodigiosa voz de Einar se coloque más al frente que nunca.
Lo cierto es que se le ve la mar de cómodo exhibiendo su repertorio de registros sobre un lienzo de arreglos sutiles donde se nota y mucho la mano de los teclados y la sección de cuerda. De ahí sobresale una ‘Alleviate’ que podría llevarles a un nuevo tipo de audiencia, pues es uno de esos singles incontestablemente redondos.
Y aunque ya me imagino que los más radicales se llevarán las manos a la cabeza tras leer esto, la verdad es que Leprous no le han dado la espalda del todo a lo que les ha hecho llegar hasta aquí. Por eso en el segundo acto empezaremos a reconocer ese sonido familiar en ‘At The Bottom’, la inmediata ‘Foreigner’ o la bellísima ‘Distant Bells’, donde la bestia tras los parches que es Baard Kolstad comienza a despertar. Los 11 minutos finales de ‘The Sky Is Red’ dejan claro que todas sus cualidades para fabricar estructuras complejas siguen intactas.
Sea por inquietud artística o la ambición de llegar a un nuevo público, Leprous han realizado el movimiento más arriesgado de su trayectoria con Pitfalls. Veremos si la jugada tiene premio.
Riesgo: 1. m. Contingencia o proximidad de un daño.Rafa Diablo
Loc. verb. Estar expuesto a perderse o a no verificarse.
Hay muchas maneras de entender el riesgo. En términos artísticos hay creadores que desarrollan sus obras dentro de un confortable y acotado territorio. En música podríamos encontrar muchos ejemplos de artistas que durante toda su carrera han sido aplaudidos sin necesidad de explorar fuera de su zona de confort. En el otro lado están aquellos que, con el estandarte de la evolución y la experimentación, podríamos llamar camaleónicos; Leprous están claramente en éste segundo grupo. Sin embargo, pese a que los noruegos viven en continua transformación, podemos decir que es en 2019 cuando toman un rumbo realmente arriesgado con la publicación de su sexto disco. Sin que para muchos dejen de ser los que siempre fueron.
Seis meses duró la grabación de este disco, con predominio compositivo casi absoluto del vocalista y teclista Einar Solberg, y los aderezos comunes en este tipo de locuras de estudio, se recluta a violonchelistas, violinistas y hasta a una orquesta con coro clásico para la producción. Below ya nos puso en precedentes, la magnificencia de la banda estaba ahí, pero con una acrecentada majestuosidad. I Lose Hope sin embargo nos cambia el paso totalmente (o Foreigner casi al final del disco), quizá Leprous siempre nos lo avisaron, pero las etiquetas atribuibles a este tema son quizá algo chirriantes para muchos que podrían temer que los de Notodden se convirtieran en Muse. En Observe the Train nos hacen viajar sobre raíles, entre las nubes, y Einar vuelve a pasárselo como un niño con su tren eléctrico aunque muchos desesperen por escuchar una guitarra distorsionada. Esa guitarra que sí luce brillante en la progresiva By My Throne, genial catalizador entre los Leprous que son los que siempre fueron. La directa y pegadiza Alleviate hace de bisagra hacia una segunda mitad del disco muy diferente, en la que los tiempos de cada pieza prácticamente se duplican. Las estructuras se estiran pero la atención no se disipa, At the Bottom podría haber sonado mucho más violenta en producciones previas de la banda, pero en Pitfalls suena electrónica y rítmica, con una voz de Einar sobresaliente, desatando en su final toda la fuerza sonora que tanto nos asombra en la versión en vivo de la banda. Distant Bell es oscura y embriagadora, un apabullante ejercicio de contención y tensión en sus seis primeros minutos, al servicio del explosivo y esplendoroso final, gran momento del disco. Parecido es el in crescendo del corte final, la igualmente extraordinaria The Sky is Red, que podríamos dividir en dos partes, con una sección instrumental para deleite de los headbangers que se hayan quedado hasta el final.
Una voz, batería y arreglos a elogiar, una producción magnífica que camufla los evidentes altibajos de un disco tan sincero y arriesgado. Pitfalls es un riesgo que con total seguridad les proporcionará críticas de todos los colores. Y no les importa. Como tampoco les importó que se marchasen seguidores que no volverán, o que más tarde llegasen curiosos que no duraron más de un disco en el barco, y que algunos siempre estuviésemos ahí. Está claro que a Solberg y los suyos lo único que les importa es decir lo que quieren decir, y del modo que lo quieren decir. Pitfalls es una trampa, para todos menos para Leprous. La clave está en si eres capaz de encontrar la manera de sortearla, porque en ello está la recompensa. Poder sonreir en la proximidad a un daño.
A prestarle atención!
Antes de empezar a hablar de este disco es imperativo que entiendan una cosa, se diferencia de gran, gran, gran manera del resto de los discos de esta banda, «Pitfalls» No solo es el Sexto disco de esta banda también es un trabajo sonoramente inesperado, un trabajo tan minuciosamente trabajado que te dará mucho que pensar mientras se reproduce, un disco mas intimo, compuesto para generar sensaciones, para adentrarse a tu mente y darte un tajo de cambio.Felipe Monsalve
En palabras de Einar Solberg, vocalista /Teclista “This is honestly the album nobodyexpects from us”, Sin mas sean bienvenidos a «Pitsfalls» de Leprous.
para darnos la bienvenida a este nuevo disco, nos encontramos con «Bellow» Un track muy emotivo, lento, sensitivo y con un carácter tan especial en si mismo que lo convierte en una obra conceptual espectacular, se siente épico, relajante, tensionante a la vez, un poco de acá un poco de allá, cientos de cosas sucediendo al tiempo en un mismo lugar, un single con unas bellas armonías cruzándose entre ellas mismas, conjugando con cada nota un sentimiento, expresando por si misma lo que quiere contarnos, con un inicio lento, pero que progresivamente va adquiriendo mas cuerpo, mas fuerza, detonando en una carga fuerza expresada tanto en la batería como en la voz, sin embargo no te dejes engañar, este disco no va compuesto de ser algo mas lento que los anteriores, si bien es cierto que tiene un cambio fuerte en la manera en que se desarrolla, hay que tener en cuenta también que su esencia se mantiene.
A pesar de que Leprous, Incluya mas contenido digital en sus singles no los transforma en obras irreconocibles para sus fans mas allegados, singles como «I Lose Hope» «Observe The Train» «Alleviate», Nos muestran como la banda a adoptado esta nueva forma digital para componer, y a su vez nos sirven para la belleza que se esconde en una cancion lenta, en una cancion que narre musicalmente, que aporte lo esencial desde su propia estructura compositiva, si bien estas canciones podrían funcionar perfectamente como instrumentales, la voz juega y los coros juegan un papel muy importante en el comportamiento melódico de cada una, ya que funcionan como un componente que unifica la composición, un componente que otorga un limite a la expansión sonora, pero aun así lo deja existir como un desarrollo propio, sumado a cada refuerzo sonoro que se le agrega a estas composiciones le dan fuerza, nos eleva a un estado alterado, cargado de dinamismo, para posteriormente dejarnos de nuevo en un estado de relajación.
Si bien este es un disco lento, y poco usual para lo que esperábamos de esta banda, nos sorprende con sus últimos dos singles «Foreigner» «The Sky Is Red», El primero de ellos un single devastador, rápido, fuerte, tirando mas hacia el lado progresivo de la banda, de la velocidad, de romper con el esquema tranquilo y armonioso que tenia la jerarquía en el disco, simplemente un shocke auditivo contra lo que venias comprendiendo de la banda, coros mas largos, con notas mas extensas y riff poderosos, por ultimo, la cancion que cierra el disco nos entrega un maravilloso recuento de todo lo que hemos escuchado durante los últimos (42:51) minutos, Un viaje por todo lo que veníamos escuchando, partes rápidas, partes lentes, cambios de métrica, sonidos digitales, mas coros prolongados, intercambio de compases, contratiempos, este ultimo single simplemente es inenarrable, realmente hay que escucharla para sentirlo, por que una descripción del mismo lo dejaría corto,
Al igual que un libro cada una de estas canciones cuenta con etapas, que podríamos interpretar como 9 capítulos diferentes, pero también las podemos entender como una Opera con 9 actos diferentes pero que funcionan en un mismo conjunto, todo es parte de un todo, pero a su vez son diferentes, aparentemente sin relación hasta que los descubres por completo, «Pitfalls», Es uno de esos albums que debes escuchar y disfrutar sin darle tanta vuelta, sin compararlo con lo anterior de la banda, sin mirar otras bandas, sin intentar posicionar su estilo en un Subgénero del Metal, es un Trabajo espectacular y fascinante tan cautivador que lo escucharas de principio a fin sin notar que ha pasado.
Debo adelantar antes que nada que ésta será más una crítica relacionada con las emociones que con lo pura y estrictamente técnico de lo musical. 'Pitfalls' de Leprous, es para empezar, un disco de Einar Solberg. Algo que no es realmente muy novedoso porque hace ya varios años que todo lo que hace la banda es casi en esencia el trabajo intelectual de su líder, pero hay que dejar claro que este álbum ha sido su obra de arte más especial. Sólo el bajista Simen Børven firma conjuntamente uno de los cortes -'Distant Bells'- y el guitarrista Tor Oddmund Suhrke las letras de 4 piezas-.Pablo M. Beleña
Como ya había indicado Solberg, se trata del reflejo de su viaje por los infiernos de la mente, los males de nuestros ánimos, la ansiedad y la depresión, aquellos momentos de oscuridad que debemos atravesar -solos o acompañados, con o sin tratamiento- algunas veces en nuestras largas vidas y existencias. Y Einar ha elegido por algunas razones hacer un cambio estilístico y prácticamente abandonar el metal en este 'Pitfalls'. Quizás porque entendió que era la mejor forma de expresar esas experiencias vitales o bien, todo unido, porque quería aprovechar este trabajo para experimentar con otros sonidos y sensibilidades musicales.
'Pitfalls' es un álbum que podría gustar a otros públicos que no son fans de Leprous ni del progresivo. De hecho, no es su disco más progresivo, cierto, pero es el más osado y atrevido, y a eso hay que darle un valor. No es el caso de 'To the Bone' de Steven Wilson, por ejemplo. El rey actual del progresivo internacional, optó por hacer un disco de pop porque quiso y porque le le daba igual -así lo dejó bien claro- lo que opinara su propio público. De hecho admitió que quería ganar otros públicos.
'Pitfalls' no es ese caso: si Einar se acerca al pop y al soul electrónico no es por capricho comercial, sino porque un artista de verdad progresivo no quiere anquilosarse en las mismas tendencias de siempre, y eso hay que agradecérselo. Por eso este álbum es atrevido, osado y valiente, porque no busca agradar a los fans de siempre, como ya adelantó hace meses, e incluiría elementos de otros estilos musicales que seguramente iban a chirríar a muchos de sus seguidores. No importa.
Para compensar a los menos abiertos a nuevas músicas, Leprous ha incluido 2 temas que tienen el sabor de siempre y que son realmente abrumadores: 'Foreigner' y 'The Sky is Red', curiosamente los 2 temas que cierran el disco. Nuestros jóvenes noruegos parece que querían reconciliarse a última hora con estos cortes que son puramente metaleros y progresivos, sobre todo el segundo, aunque 'Foreigner' es más extremo en lo musical. En cambio, 'The Sky is Red' lo tiene todo: metal, extensión de tiempo -dura más de 11 minutos- e innovación. Se trata de un tema oscuro, tétrico y soberbio. Un coro fantasmal -como había anunciado Solberg que usaría esta vez como novedad- nos ilumina y acompaña a una música de fondo que más parece propia del mundo de las almas y los muertos. Un final abrumador para un disco que debería gustar a casi todos los fans, más allá de los prejuicios.
Mientras tanto, hay que recordar que casi todos sabréis que incluyen 2 temas más, los cuales ya eran conocidos en estos años posteriores al álbum 'Malina': 'Golden Prayers' y 'Angel', una versión de un tema de Massive Attack. Considero que con ambas creaciones, Solberg ya fue adelantando sus nuevas tendencias musicales y gustos, ya que se acercaba a sonidos más accesibles para otros públicos y el guiño al soul electrónico con 'Angel' era más que evidente.
En cuanto al resto de canciones, 7, para ser sinceros, hay algunas realmente interesantes y otras puramente testimoniales del momento personal y artístico que atravesaba en estos años Solberg. Las 3 ya conocidas eran 'Below', 'Alleviate' y 'Distant Bells', las cuales circularon desde finales del verano como adelantos. Todas nos anticipaban el sabor que podríamos degustar en este disco: fusión de pop-rock con electrónica, sensibilidades soul y un gusto exquisito por el detalle de la producción. De 'Alleviate' gusta la delicadez de cada nota, de cada ejecución por parte de Baard Kolstad -un batería cada vez más enorme- y un final impresionante. En estos 3 temas jugaban demasiado Leprous al recurso del 'in crescendo', algo poco original cuando se abusa de él, pero que igualmente terminaba de funcionar.
De las otras composiciones, pondríamos en el extremo pop y electrónico 'I Lose Hope', 'Observe the Train', 'By My Throne' y 'At The Bottom'. De las 4, las que más me parecen destacadas e interesantes serían las 2 últimas mencionadas, aunque para ser sinceros, me parecen 4 composiciones que en cualquier otro disco de Leprous habrían quedado fuera del corte final de selección.
Otro punto que me gustaría resaltar es la interpretación vocal de Solberg. Más allá de que sabemos que no es lo mismo la voz en el estudio que en directo, aquí el líder de Leprous deja una actuación soberbia en técnica e interpretación expresiva. Una auténtica exhibición que, creo, le pone al frente de los vocalistas más interesantes de todo el mundo en estos momentos.
Calificación: 7/10
Leprous es sinónimo de muchas cosas, pero fundamentalmente de riesgo y talento. La música de la banda noruega siempre ha estado en constante evolución y experimentación, sin embargo, podemos decir que es con éste, su sexto álbum de estudio, cuando Leprous han tomado un rumbo realmente arriesgado. Han saltado hacia el vacío, pero lo han hecho con sus convicciones a cuestas, aunque a algunos les pueda costar verlo. Sus dos primeros singles, «Below» y especialmente «Alleviate», pueden echar para atrás a más de uno, pero dándole una segunda oportunidad y escuchando «Pitfalls» al completo y con la mente abierta, esa primera impresión puede cambiar radicalmente. En ningún sentido puede describirse éste como un álbum de metal, ya pasaron esa etapa, pero lo que estos músicos han hecho a lo largo de toda su carrera es ir creando su propio sonido. Leprous nunca ha sido una banda a la que le importen los géneros; siempre han hecho la música que han querido, dejando que sean otros los que le pongan después una etiqueta. Si bien el término «Prog», con todas sus ramificaciones, es el que mejor podía definirles (y creo que aún puede hacerlo), el proceso de búsqueda de un sonido propio ha llegado en «Pitfalls» mucho más lejos que nunca. Es el álbum más personal de Einar Solberg, en él habla a corazón abierto de su batalla contra la depresión y la ansiedad con las que ha estado lidiando el último año y medio, pero no lo hace de un modo metafórico sino de una manera directa y descarnada, buscando según sus propias palabras, que todo el mundo pueda entender por lo que ha pasado. Esto quiere decir que este álbum, además de conceptual, está hecho a su medida, lo cual maximiza tanto sus puntos fuertes como los débiles. El peso del resto de los miembros de la banda disminuye mientras se incrementa el espacio de lucimiento para Solberg.David González
El álbum, que salió a la venta el pasado 25 de octubre de la mano de Inside Our Music, ha sido producido por el propio vocalista y teclista de la banda junto a David Castillo, quien ya produjo el álbum anterior de Leprous, «Malina» (2017). El duro proceso de grabación se llevó a cabo en los Ghostward Studios de Estocolmo, y a la hora de la mezcla hicieron una elección algo sorprendente. Fueron a por el inglés Adam Noble, conocido por su trabajo con bandas como Placebo y Deaf Havana, evitando así las opciones obvias tratando de ofrecer una versión muy diferente de la música a la que nos tenían acostumbrados. «Pitfalls» (que viene a significar algo así como «trampas» o «escollos») está compuesto por nueve canciones en total, y podemos decir que se dividen en dos partes. La primera mitad del álbum puede describirse como la representación del lado más pop de la historia de la banda, mientras que la segunda mitad es mucho más experimental y progresiva. La canción de apertura, que también fue el primer adelanto ofrecido por la banda, sirve de declaración de intenciones. «Below» sigue teniendo un groove que hasta cierto punto encaja con su zona de confort pero el tempo es lento y de ambientación tremendamente melancólica. El punto diferencial se lo dan los arreglos de cuerdas que le dan un toque épico que alcanza la genialidad en el explosivo estribillo. «I Lose Hope» nos pilla un poco a contrapié, un tema genuinamente pop que resulta agradable, incluso bailable, y que tiene un rollo Muse que los fans de la banda británica sabrán apreciar pero que a mí me resulta insulso. «Observe The Train» es un tema inquietante y sinuoso, bastante lento, que me recuerda y mucho a los Radiohead de «Kid A» o «Amnesiac», y esa no es la mejor época de la banda liderada por Thom Yorke… Sin embargo, si estos dos temas me han dejado un poco frío, a partir de aquí el disco coge una velocidad de crucero que les sirve para navegar por la excelencia. «By My Throne» tiene un inicio electrónico que deriva en un sonido trip hop muy interesante, el que en enero publicaran una versión del «Angel» de Massive Attack ya nos daba pistas de lo que estaba por venir… «Alliviate» marca la transición entre la parte más pop del álbum, la que nos han mostrado hasta aquí, y la progresiva que está por venir. Estamos ante el que seguramente sea el tema más comercial de su discografía y cuando lo hicieron público nos dejaron a todos «con el culo torcido» como diría aquel. Es una canción inesperadamente luminosa y abiertamente pop, pero es pop del bueno, del mejor. Una canción que va creciendo poco a poco hasta que explota en la parte final con un estribillo que sí resulta reconocible y tremendamente emotivo; una estructura in crescendo que se repite en varios temas. «At The Bottom» no desentonaría en «The Congragation» o en «Malina»; allí seguramente hubiera sonado más agresiva pero la ambientación más electrónica que tiene aquí engancha sobremanera. Las guitarras de Tor Oddmund Suhrke y Robin Ognedal empiezan a destacar con los primeros riffs cortantes marca de la casa que escuchamos en «Pitfalls». Un tema oscuro y tenso que resulta toda una delicia. Pero para sabroso de verdad, «Distant Bells». Con la misma duración que el anterior (sobrepasando los siete minutos) estamos ante un tema más eminentemente progresivo, con una estructura más habitual en ellos que lo divide en una primera parte lírica y orquestal, donde destacan los arreglos del violonchelista Raphael Weinroth-Browne y el violinista de la banda estadounidense Bent Knee Chris Baum (que si bien salpican de detalles épicos todo el álbum, es aquí donde lo bordan especialmente), y una parte final apoteósica que convierte a este corte, tan delicado como intenso, en uno de los puntos álgidos del disco. «Foreigner» es un tema directo y robusto, de los más reconocibles en el sonido pasado de la banda, y sirve de enlace perfecto al que podríamos decir que es el tema más 100% Leprous y que satisfará a los fans que no se hayan asustado y hayan aguantado hasta el final. «The Sky Is Red» sobrepasa los once minutos y permite a la banda desmelenarse y dar rienda suelta a su creatividad, ¡incluso meten un coro clásico completo con el que grabaron en Belgrado!. Es épico, cambiante, exuberante… aquí aparecen sus clásicos riffs cortantes e intricados perfectos para el headbanging, y aunque le puede sobrar algo de la parte que enlaza con el último tercio, donde se rallan un poco más de la cuenta, consiguen dejarnos una sensación más que placentera.
Lo mejor: La capacidad de reinventarse y seguir su propio camino al margen de las modas y las críticas. Leprous juegan en otra liga y marcarán una época.
Lo peor: Algo de furia guitarrera sí que se echa de menos.
Que los noruegos otrora cultores del rock y metal progresivo Leprous desde ¨Coal¨ (2013) ya no son lo que eran no es ninguna noticia. Los tipos fueron mutando disco a disco (algo muy notable y mas en los tiempos que corren) tanto para evitar el estancamiento como para satisfacer inquietudes musicales; pasando por el metal progresivo propio de sus inicios como el debut ¨Tall poppy Syndrome¨ (2008) y ¨Bilateral¨ (2012) en el que se presentaban como una versión heavy de Muse hasta el cambio hacia un rock progresivo y experimental a lo King Crimson de ¨Coal¨ que fueron profundizando en los discos siguientes y parecía que en ¨Malina¨ (2017) finalmente encontraba su techo ideal. Bueno eso es lo que al menos muchos de nosotros pensábamos, pero no. Este año los muchachos van un paso mas allá en la idea de incidir en la búsqueda pero lo cierto es que Leprous con este ¨Pitfalls¨ se tiran gasolina encima para ser incinerado por sus fans.Christian Darchez
¨Pitfalls¨, sexto disco de Leprous, es equivalente a un salto mortal sin red… y con una cuerda a medio romperse. De hecho es poco lo que hoy Leprous tiene que ver con el rock y metal progresivo y delinearon su andar reptante hacia una especie de pop experimental, oscuro, opresivo y con poco margen para el sentido rítmico. Este cambio no seria ningún problema si al menos en este formato dicho enfoque musical arrojara resultados superlativos que justificaran el rebaje musical. El inconveniente de ¨Pitfalls¨ que no solo falla a la hora en tener una continuidad para mantener un interés en las canciones dado que el gancho se presenta a cuenta gotas sino también en establecer una identidad, y que dicho sea de paso es algo que perdieron por completo. Sin ir mas lejos los alemanes Kadavar bajaron la distorsión en ¨For the dead travel fast¨ para ir por lides mas proto Heavy Metal de los 60’ y el resultado fue fantástico porque ademas de tener identidad propia aprovecharon al máximo el enfoque y parieron grandes canciones llenas de gancho. Cosa que acá ocurre muy poco. Ya el inicio con Below falla miserablemente como punta de lanza: un comienzo exageradamente dramático con violines incluidos, algún que otro riff desperdigado con el cantante Einar Solberg sobre-actuando falsetes como nunca. Acá encontramos otro de los problemas del disco: la distribución arbitraria de los tracks ya que ¨Below¨ es mas para la parte media que para abrir. Observe the train y su marcha calma solo con arreglos de teclados y voces invita mas a caer en los brazos de morfeo que a emocionarse dado el poco empeño de la banda en aunque sea otorgarle gancho. By My throne sencillamente da vergüenza ajena: una marcha popera a lo Muse o Radiohead con inexplicables coros onda jazz fusión que no va para ningún lado. At the bottom parece una versión desmayada de The Mars Volta o Massive Attack dado lo lineal y obvia que suena: tranquilidad en los versos e irrupción de la banda (distorsión) en el estribillo. Siendo justos con la banda, hay eso si canciones potables y bastante buenas dentro de este formato como lo son I lose hope de marcha popera que si invitaran a la nigeriana/inglesa Sade a un dueto no estaría nada mal; la onda casi a lo Depeche Mode Pop/Rockero de ¨Songs of faith and devotion¨ (1993) mezclando la onda mística de Tool (¡!) de Alleviate aunque Einar exagere sus falsetes aun cuando la canción no lo requería se hace tolerable. En las instancias finales como lo son las potentes Foreigner y la extensa The sky is red se acordaron (tarde) de hacernos saber de que estamos escuchando a Leprous son las que salvan al disco de ser lanzado a los leones. Pero me temo que no alcanza.
La producción del disco y siendo justos nuevamente, es lo mejor del disco ya que esta muy en sintonía con el enfoque del disco que dentro de todo enriqueció cada arreglo y matiz agregada, pero como digo siempre; eso no asegura absolutamente nada. Lo vuelvo a repetir: mi problema no es con los estilos menos rockeros o metaleros, siempre y cuando la creatividad y el gancho jueguen un papel crucial en dichos cambios, pero lamentablemente no es el caso de ¨Pitfalls¨ ya que la banda se la oye perdida y con grandes dificultades para desarrollar canciones acordes al enfoque elegido, y por ende una identidad global. Hace poco la banda aseguro que sus fans son totalmente abierto a los cambios, puede que así sea pero no es muy buena idea torearlos de esta forma ya que después la corneada puede llegar a doler el doble. Al menos, a diferencia de Ulver, todavía se mantienen lejos de los sintetizadores…
Sexto álbum de estudio de los noruegos Leprous que, en su afán de conseguir sacar disco cada dos años, parece que tienen de su parte muy buenas ideas para plasmar en sus composiciones, porque, una vez más el resultado es llamativo por su calidad, variedad y originalidad. Nuevamente, bajo el sello InsideOut Music, esta joven formación que apenas supera los 30 años de media de sus integrantes vuelve a traer a nuestros oídos pasajes progresivos mezclados con varios estilos musicales de fuera y dentro del rock que, unidos, forman una original melodía llamada Leprous.Moralabad
Nueve cortes más forman este “Pitfalls” en algo menos de una hora total, siguiendo la temática compositiva de sus dos discos anteriores y, por momentos, recordando la fiereza de sus tres primeros discos, podría decirse que estamos ante una nueva entrega de lo que las mentes de estos cinco miembros pueden llegar a alcanzar, sin todavía ver o notar cuál es el límite. Yo mismo pensaba que en “Malina” ya habían alcanzado su esencia, pero qué equivocado estaba…
Entrando en materia, quiero empezar el análisis haciendo referencia a los dos singles que, en forma de video lyric, en el caso de “Alleviate” y de videoclip con “Below”, hacían los adelantos para este sexto disco de estudio. La verdad es que, ahora, habiendo escuchado el disco al completo lo que puedo decir al respecto es que no representan lo que es el disco al 100%. En ambos casos el ambiente es puramente fiel a sus discos predecesores, un rock progresivo sin mucho virtuosismo, que se torna algo más enfadado en la parte final, centrando los esfuerzos en hacer de la voz de Einar el elemento más protagonista de todos, “popizando” los estribillos.
Por otro lado, hay momentos más enfocados en dar rienda suelta a sonidos puramente creados por los sintetizadores, así como una música más alejada del rock convencional, “I Lose Hope” podría ser firmada por bandas del estilo de Muse, por citar un ejemplo muy notorio. Con “Observe The Train” en el tercer lugar de la lista y siguiendo la línea compositiva de la que abría este “Pitfalls” no parece que hubiera esa evolución de la que hablaba al comienzo…
Pero, en cuanto se desarrolla la primera estrofa de “By My Throne” junto a su estribillo, todo parece empezar a tener sentido. Estamos ante una de las mejores canciones del disco, así como la que más mezcla los estilos, generalmente rock, clásico y electrónica, así como la primera gran exhibición de batería, que con lo que viene quedará en poca cosa en el global. Si hay algo que en los últimos discos han desarrollado es un mejor sonido para elementos graves, por ello incluyen esa octava cuerda en las guitarras, así como distorsión al bajo. Este hecho lo podemos notar y disfrutar de su calidad en la cambiante “At The Bottom”, primer hit del disco cuya musicalidad deja sin palabras en su segunda mitad.
Por otra parte, “Distant Bells” posee un ambiente más melancólico, con una gran parte interpretada por Einar Solberg junto a elementos orquestales oscuros, de forma progresiva, las guitarras y batería se animan hasta que, tras la aparición del chelo por segunda vez en el disco, culmina el tema de forma grandiosa y con otro espectáculo de batería marcando el ritmo base. Como si de otro disco se tratara, “Foreigner” y sus casi cuatro minutos, nos hacen recordar canciones pasadas de discos como “Coal” y “The Congregation”, con unas partes de guitarra muy bien sincronizadas con los teclados en un estilo puramente melódico que termina sacando la garra que parecían haber dejado atrás.
Terminando el disco está la que para mi gusto es la mejor, “The Sky Is Red” es un espectáculo auditivo y estoy seguro que también lo será en vivo, sobre todo si centramos la mirada en el vocalista y batería. Espectacular Baard Kolstad en el trabajo de platillos, se marca tres partes muy virtuosas marcando a sus compañeros el ritmo que la voz y guitarra necesitan para desarrollar los once minutos totales. Sin duda el segundo de los mejores temas, distinto, original y con un sonido espectacular. Estamos ante uno de los mejores baterías del panorama progresivo.
Conclusión: gran disco de los noruegos que les aporta un grado más de originalidad a los temas anteriores, un resultado global con un sonido envidiable para muchos que parece abrirles una puerta a una infinidad de posibilidades. Esperando poder verlos en directo, una vez más.
Nota: 9/10.
Lista de Temas:
01. Below
02. I Lose Hope
03. Observe The Train
04. By My Throne
05. Alleviate
06. At The Bottom
07. Distant Bells
08. Foreigner
09. The Sky Is Red
Alineación:
- Einar Solberg / Voz, teclados, producción
- Tor Oddmund Suhrke / Guitarras
- Robin Ognedal / Guitarras
- Simen Børven / Bajo
- Baard Kolstad / Batería
Invitados:
Raphael Weinroth-Browne / Cello
Chris Baum / Violín