Lesson of the Evil: slasher según Mr. Miike

Publicado el 21 septiembre 2015 por La Cara De Milos La Cara De Milos @LacaradeMilos

Enfrentarse a una película de Takashi Miike es siempre una intrigante (y muchas veces placentera) inversión de tiempo. Lesson Of The Evil (2012) es la penúltima cinta del prolifiquísimo y excéntrico director nipón, que cuenta en su haber con casi un centenar de producciones entre televisión, teatro y cine, y que lo mismo te muestra explícitamente las torturas más salvajes como te hace una película de aventuras infantil. De su ojo han salido Audition, la saga Dead Or Alive, Ichi The Killer, Visitor Q, Yakuza Demon, Trece Asesinos o ¡Ninja Kids! Lesson Of The Evil se basa en la novela homónima de Yusuke Kishi, con guion adaptado por el propio Miike, y se adentra en un género slasher teñido de lo que podríamos llamar terror sociológico.

La historia de Lesson of the Evil nos mete en la piel de Hasumi, el profesor de inglés de un instituto de Tokio y el más popular y guay de todos, al que más quieren los alumnos y con el que mejor se llevan. A él recurren unas alumnas cuando creen que el profesor de educación física está manteniendo relaciones sexuales, bajo coacción, con una de sus compañeras. Pero Hasumi, y Lesson of the Evil esconde un secreto, que poco a poco, pero con una fuerza aplastante, se irá revelando a medida que una serie de extrañas muertes y suicidios, que implican a personas relacionadas directamente con el instituto, se vayan sucediendo...

El punto de partida de Lesson of the Evil sirve, si acaso, como excusa a Miike para reflexionar sobre las apariencias sociales, el yo interior y las ganas de matar. En principio, todo se desenvuelve sin salpicantes explosiones de hemoglobina; incluso durante los primeros cuarenta minutos de metraje no hay ningún muerto (lo opuesto a Ichi The Killer y mucho más próximo a Audition). Durante este tiempo, Miike aprovecha para presentarnos a un número de personajes elevado, de naturaleza dispar y cuya evolución en la trama está supeditada a la de Hasumi, ya que en realidad son solo una excusa narrativa para propiciar el desenlace arquetípico del verdadero protagonista, que se va dibujando en base a su interacción con los demás implicados en la trama. De este modo, en Lesson of the Evil nos adentramos en el pasado y el presente del simpático y agradable profe de inglés e intentamos adivinar su futuro...

En Lesson of the Evil hay que destacar la actuación de Hideaki Ito, el actor que interpreta a Hasumi, pues consigue transmitir a la perfección el cinismo social sobre el que Takashi Miike quizás quiera llamar la atención. No obstante, el plantel de actores (totalmente desconocido, para qué engañarnos) se desenvuelve con mucha soltura en la historia, y no hay ninguna actuación que afee al resto. A ello hay que sumar un montaje sobrio y efectivo, como una ventana por la que te asomas a contemplar lo que pasa en el universo audiovisual que tienes delante; una fotografía precisa y, en muchos casos, preciosa pese a lo macabro, donde conviven lo urbano con lo asceta, lo central con lo periférico y la inocencia con la maldad; y una escenografía colorida y retorcida a partes iguales, dos elementos, por cierto (el colorido y el retorcido) bien diferenciados.

El guion de Lesson of the Evil, pese a estar predispuesto a ello al tratarse de una cinta de inspiración slasher (¿quién será el asesino?) huye de la sorpresa y del giro inesperado, y casi desde el principio, con nada que ates un par de cabos, podrás responder a esa pregunta. Aunque que nadie se confunda, esto no le resta un ápice de interés en tratar de dilucidar el final; un cierre apoteósico por cierto, de los que te invitan a lanzar gritos de asombro, carcajadas maléficas y exabruptos mesurados. Si a todo lo dicho le añadimos algunos efectos especiales (y argumentales) puntuales, un poco de jazz y un sentido del humor a veces incomprensible (por ser poco pertinente) pero no por ello menos genial, el quizás excesivo lapso de tiempo entre los créditos iniciales y los finales transcurre sin que apenas te hayas pispado.

Los puristas querrán lincharme, pero a mí, Lesson of the Evil me ha gustado más que Audition, sobre todo por su intento de representar con fidelidad la normalidad psicopática. Una normalidad de inquietante naturaleza.

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