Letal como un solo de Charlie Parker (Javier Márquez Sánchez. 2012) Frank Sinatra como personaje

Publicado el 16 junio 2012 por Marcoscallau

Portada de "Letal como un solo de Charlie Parker" donde aparece John Wayne, Frank Sinatra y el protagonista, Eddie Bennett


Frank Sinatra tiene el mundo atado a su dedo también en la nueva novela de Javier Márquez Sánchez titulada Letal como un solo de Charlie Parker y editada por Editorial Salto De Página. Así, al menos, lo indica el título de uno de sus títulos y la trama de esta historia que, de alguna manera, está salpicada por la presencia del cantante. Desde el comienzo, la referencia a Sinatra es un constante. Como una ironía, la novela comienza el mismo día que la muerte del cantante, el 16 de mayo de 1998, en un cementerio donde el protagonista, Eddie Bennett (sin duda, otra ironía el apellido Bennett) asiste al entierro de una antigua vieja gloria de Hollywood, para después realizar un trabajito en un bar, ajustando las cuentas a un tipo. A través de un acertado flashback, el lector es trasladado a Las Vegas de 1955, donde un Eddie Bennett algo más joven y apodado el figura (debido a sus relaciones del pasado con la Mafia) se desenvuelve como un pez en el agua. Trabaja como "solucionador de problemas" en la empresa de seguridad privada que su antiguo Capitán de guerra, Larry Marvin, ha construido para los grandes estudios de Hollywood. Se hospeda en una suite de lujo en el Hotel Flamingo y su popularidad es tan alta que suele codearse con Dean Martin o Frank Sinatra para probar los mejores cócteles de Las Vegas, en el caso de Eddie, el Southern Comfort. Todo cambiará para Bennett el día en que una desconocida actriz de Las Vegas aparece muerta en un lago. La difunta actriz tenía un discreto papel en El conquistador de Mongolia, película rodada en el desierto de Mesa, St. George, protagonizada por John Wayne y producida por Howard Hughes. El encargo de Marvin es que Bennett viaje hasta el rodaje de St. George y firme los documentos forenses que confirman el suicidio de la actriz. Pero Bennet y su espíritu detectivesco no se conforma con esa excesiva urgencia por archivar el caso y lo que parece una muerte sin importancia de una actriz aspirante, poco a poco, va convirtiéndose en una entramada conspiración donde está implicada la Mafia (en concreto, el mal olor llega hasta uno de los grandes capos, Sam Giancana), la CIA y el Ejército de los Estados Unidos. Bennett viajará desde las luces y los casinos de Las Vegas hasta el árido desierto de St. George donde tratará de manera muy próxima a John Wayne. Se codeará con los peores matones de la Cosa Nostra y lo más selecto de Hollywood. Entre detalladas recetas de cócteles, canciones de Sinatra, chistes de Dean Martin y las caderas de Janet Baker (una joven periodista), Eddie Bennett intentará llegar hasta lo más profundo del asunto, aunque esto le lleve a limpiar la peor carroña que haya conocido, aunque en ello se juegue la vida y cave su propia tumba ante el aliento del temido Sam Giancana.

John Wayne, Dean Martin y Frank Sinatra aparecen aquí junto a Bob Hope y Reagan.


Y como he dicho anteriormente, Frank Sinatra aparece como un personaje más en esta novela, así como Dean Martin o John Wayne. La fascinación que el autor, Javier Márquez Sánchez, profesa por la música y el estilo de Sinatra o Martin y el concienzudo estudio de sus vidas (como nos demostró con el estupendo Rat Pack: viviendo a su manera) se traslada al papel para construir con ellos dos personajes tan creíbles que nos invita a pensar que, realmente, conoció y compartió barra de bar con los dos cantantes. Frank y Dean no son sólo dos personajes más en esta novela, son realmente ellos. El comportamiento de Sinatra es el que hubiera tenido de haber estado implicado en una historia así. La actitud de Dean en la barra del bar es la que realmente tenía, tristemente contento, ante una copa de J&B o un dry martini, riendo con sus amigos o en soledad. Y aunque estoy incidiendo en los dos cantantes, el tratamiento que recibe John Wayne es igualmente auténtico.

Dino, Frank, los años cincuenta


En concreto, Frank Sinatra, aparece en tres ocasiones y sólo en una de ellas está presente e interactúa con Eddie Bennett. En la primera aprición, una corista nos cuenta cómo el cantante se echa a llorar en sus brazos cada noche por no soportar la ausencia de Ava Gardner. En la segunda aparición, al imagen del  hombre derrotado se sustituye por la del triunfador, precisamente como le ocurrió realmente en vida. Frank Sinatra canta en el salón Copa del Sands, I've got the world on a string, My funny Valentine y Three coins in the fountain. Después del concierto, se sienta con Eddie Bennett y le agradece su papel en el asunto de unas fotografías comprometedoras que hizo desaparecer. En realidad, Bennett realizó el encargo de las fotografías como un trabajo más, sin saber que el mismísimo Frank Sinatra estaba delante de esa cámara indiscreta. Y la tercera y última aparición, la reservo porque afecta al desenlace de la hsitoria.

Frank Sinatra, Las Vegas. Delante del hotel Sands.


En resúmen, Letal como un solo de Charlie Parker, es una novela negra más que admirable, una historia perfectamente ambientada en los incomparables años cincuenta de Las Vegas, la Mafia, los cócteles, la delincuencia y el swing. En definitiva, una oferta qeu no podrás rechazar. Les dejo ahora con dos de los temas que pertencen a la banda sonora de esta novela y con una cita del autor: "Cuando Frank cantó I've got the world on a string, todos los hombres en el salón Copa del hotel Sands nos sentimos triunfadores, pero él fue el único ganador cuando cantó My funny Valentine"