La guerra de cuarta generación tiene rato gestándose en el planeta, y ya ha ganado varias batallas. Viene de cuando se decía, por allá en los años 60 del siglo pasado, que Fidel Castro comía niños. Había que invadir a Cuba por eso. Había que invadir a Irak para buscar unas armas que ya se sabía que no existían. Había que invadir a Afganistán para salvar a las mujeres afganas de los talibanes que las obligaban a usar las insólitas burkas. Había que invadir a Libia para salvar a los libios de un monstruo con 40 años en el poder. Hay que invadir a Siria por lo mismo. Había que sacrificar a Mubarak para que todos se creyeran el cuento de la lucha por la libertad y la justicia. Invasiones prefabricadas, made in USA.
Ahora María Machado dice: contra el comunismo, capitalismo popular. Sus tres minutos de “gloria” en la Asamblea Nacional estuvieron cargados de anticomunismo. Los comunistas roban, matan gente, comen niños… ¿Niños a la broaster o en su salsa? ¿Alguien creyó eso alguna vez? Sí, millones lo creyeron. Nuestras abuelas y abuelos lo creyeron.
Tal vez ahora no digan que Chávez come niños. Hay muchas fotos de él con ellas y ellos. Pero se roba los hoteles. No los expropia. Se los roba. Es la misma mentira. Pero menos sangrienta. Pero cuidado, no olvides que los comunistas vienen por ti. El coco viene a quitarte todo. A robarte el alma.
María Machado (hay que expropiarle el Corina dice un amigo, la deja sin la poca fuerza que tiene) es la Violeta Chamorro de los gringos en Venezuela. Su discurso cala en cierto sector de la sociedad venezolana que vive “defendiendo” carros que no tiene, propiedades que no tiene. Y en otro sector que tiene todo eso y nadie se los ha quitado, pero para quienes el problema de fondo es que los gobierna un zambo. “Maldito mono, maldito niche, maldito presidente de los pobres”. Y es que no importa que Chávez entregue apartamentos y que “regale” propiedades y que no las robe. Y no importa porque la verdad es que es la misma mentira usada contra afganos, libios e iraquíes. Vienen por nuestro petróleo, vienen, ellos sí, por nuestra alma.
Y es que en la Asamblea Nacional, en la entrega de Memoria y Cuenta del presidente Chávez estaba la arrogancia, el fascismo, el racismo y la altivez de la oligarquía. Y el zambo arriba. Estaba la prepotencia de cierta clase media. Y el zambo arriba. Estaba toda la propaganda gringa en funcionamiento. Cuidado con los rojos. Y el zambo arriba. Estaban siglos de opresión tratando de apropiarse de la palabra. Y el zambo arriba. Estaba el desprecio concentrado en un mentón erguido. Y el zambo arriba. Eso es lo que no soportan. Que el zambo está arriba… que los pobres que los humildes están arriba. Fueron casi 70 mil palabras de dignidad y de independencia arriba, celebrando la Venezuela de los justos.
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