Movilicémonos por la emancipación de todas
No es irónico, es cínico: esta semana conmemoramos el Día Internacional de los Derechos Humanos, declarado el 10 de diciembre de 1948, año en que la ONU facilitó la creación y ocupación del régimen de Israel en Palestina. A partir de esa fecha, hace 75 años, se dio el inicio de la Nakba: el comienzo de la masacre, el genocidio y la violación de los DD. HH. en territorios palestinos. Para ese momento, más de doce mil palestinas y palestinos fueron asesinados y otros miles heridos y criminalizados, causando un desplazamiento forzado de muchas mujeres, hombres, niñas y niños.
Hoy presenciamos una nueva Nakba, respaldada con el veto de EE. UU. en relación con el cese al fuego, la complicidad de la Unión Europea y la desfachatez de Israel por los crímenes de lesa humanidad que comete constantemente y de forma intensificada desde el pasado 7 de octubre. Por supuesto, las acciones criminales de la entidad sionista tienen un impacto diferenciado sobre las vidas de las mujeres, niñas, niños y adolescentes palestinos. Las mujeres no solo son bombardeadas y asesinadas, sino que también son sacadas de sus hogares, padecen el asesinato y la detención ilegal de sus hijas, hijos, esposos y padres. Es violado su derecho humano a la salud y su salud sexual y reproductiva, ya que Israel no para de destruir sistemáticamente hospitales, acabando con la vida de refugiadxs y de gran parte del personal de salud. Autoridades sanitarias de la Franja de Gaza informan que de los más de dieciocho mil palestinos que han sido asesinados por la ofensiva israelí, el 70% son mujeres y niños, y más de cincuenta mil personas están heridas. Sin dudas, las mujeres, junto a niños y niñas, son objetivos militares en esta limpieza étnica que ejecuta el gobierno de Israel.
Gaza es la cárcel a cielo abierto más grande del mundo. Desde el año 2000, 7.500 menores de edad o más han sido detenidos y juzgados por tribunales militares israelíes. No se trata de una guerra entre Israel y Hamás. Por eso hay que seguir rompiendo el cerco mediático impuesto por la censura fascista-sionista.
En X —antes Twitter—, leí un post de la «ONG» Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) donde, con un falso feminismo, resalta la participación de las mujeres reclutas en el ejército sionista. «Rompiendo barreras de las mujeres… Libres. Valientes. Iguales», expresa la publicación. Lamentablemente, este espeluznante discurso tiene sus bases en el feminismo hegemónico europeo y gringo, que pretende ser universal y cree tener la autoridad para decir que unas valen más que otras. Al mismo tiempo, afirman que en los países árabes las mujeres son más víctimas del machismo, por lo que hay que denunciar su «oprimida realidad» y «liberarlas». Pero, hermanas, con terrorismo de Estado no se empodera a nadie ni se libera a nadie. La lucha feminista es la lucha por la emancipación y no es emancipatorio ser parte activa (o pasiva) de la colonización, la violencia y el bombardeo contra Palestina.
El 25 noviembre, Día Internacional por la Erradicación de la Violencia Machista, feministas del sur gobal nos movilizamos en contra del apartheid y el genocidio. Hacemos un llamado de solidaridad feminista internacional para preservar la vida, las mujeres, las infancias y la identidad de todo un pueblo que resiste frente a la supuesta «impunidad eterna» de los colonos, pero con la certeza de que «los pueblos saben hacer justicia», como diría nuestra Berta Cáceres.
Laura Cano