Posted by Caja de Música (Blog & Roll) on abril 25, 2011 · Dejar un comentario
Damas, caballeros (como diría Keith Richards, de alguna manera os tengo que llamar), hoy toca ponerse zapatos de cocodrilo y camisa de palmeras: un aplauso para recibir al gran David Lindley.
El gran público conoce a Lindley por ser el curioso melenudo que canta una estrofa en “Stay” de Jackson Browne con un estridente falsete, y que, acto seguido se marca un poderoso solo en un lapsteel de sonido no menos estridente. Y, al menos por una vez, podemos decir que esa primera impresión es la adecuada: sí, esa clase de tipo es David Lindley. Y si rascamos un poco, veremos que hay más. De lo mismo sí, pero mucho más: diversión y buena música en muy generosas cantidades.
Intentando resumir quién es David Lindley, más allá de lo que se ve –su aspecto de diablillo impenitente, sus llamativos zapatos y esas camisas multicolores que le han valido el apodo de “Mister Polyester”–, vemos que toca variados instrumentos de cuerda (del “oud” turco al fiddle, pasando por buzuki, curiosas mandolinas y laúdes y guitarras varias), síntoma claro de una curiosidad que lo ha hecho uno de los pioneros de la llamada “world music”. Pero vemos, sobre todo, que el sonido de su lapsteel y de su guitarra lleva acompañándonos mucho más de lo que cualquiera de nosotros es capaz de imaginar: os invito a dar una mirada a la discografía que aparece en su web http://www.davidlindley.com/discography.html, veréis que está en discos que ya son verdaderos clásicos con Jackson Browne, por supuesto (amigo inseparable, con el que ha grabado y tocado a lo largo de toda su carrera), con Ry Cooder (sí: también en la célebre banda sonora de Paris, Texas), Warren Zevon, Crosby Stils and Nash, Rod Stewart, Emmylou Harris, Aaron Neville, Dolly Parton, Linda Ronstadt, America, Linda Thompson, John Prine, Iggy Pop, Bob Dylan, Chris Hillman, James Taylor… ¿hace falta que siga?
Su habilidad con el slide, y su sonido, tanto en acústico –no especialmente pulcro ni refinado, pero lleno de “mojo”, de contagiosa energía positiva–, como en eléctrico, donde su lapsteel distorsionado ha creado un modelo clásico de sonido, y, por supuesto, sus segundas voces en falsete, lo hacen realmente inconfundible.
Pero, ante todo, creo que su gran aportación a la música está en el terreno de la diversión. Desde sus inicios con su banda, El Rayo X, se ha dedicado a los palos más divertidos del rock, desde el más bailable rocanrol clásico hasta el ska, con letras y temas hilarantes: “Catfood sandwiches” (sandwiches de comida basura) trata de las cosas que llega a comer un músico cuando está de gira: “We’ve got catfood sandwiches waiting for me back stage,/ and the woman who made them looks just like Jimmy Page”; en “A quarter of a man” nos cuenta la historia de un personaje que es solamente “una cuarta parte de un hombre” (“la cuarta parte de un hombre en el mercado/ con la cuarta parte de un coche, así es fácil de aparcar;/ llega a la caja y ahorra lo que puede, pero sólo ahorra un cuarto:/ es la cuarta parte de un hombre…”), etcétera, etcétera (no puedo obviar aquí sus virtudes como monologuista: el espectáculo que da entre canción y canción es de no menos envergadura que cuando suena la música, como veréis si investigáis un poco en Youtube).
Su forma de tocar la guitarra busca siempre la sonrisa, o directamente la carcajada cómplice del público, con continuos guiños: la música, en la concepción de David Lindley, es para pasarlo bien: una auténtico rey de la comedia, un billy wilder, un jack lemmon de la música, y, como ellos, un gran artista, un profundo conocedor de su oficio, un virtuoso que pone su arte humildemente a nuestro servicio: lo que quiere es sencillamente que pasemos un muy buen rato.
Para terminar, esta vez tres canciones. La primera de ellas (el vídeo, pido perdón, es bastante cutre, no miréis mucho las imágenes), “Numb as a statue” ilustra su sonido eléctrico con el lapsteel, que ha creado escuela (esa guitarra distorsionada os rememorará muchos otros discos, seguro). Es una canción del excelente último disco de Warren Zevon, “The wind”, que Zevon grabó ya enfermo de cáncer, y que, no sólo es una joya desde el punto de vista musical, sino un ejemplo de vitalidad y, no podía ser de otra manera, algo de humor negro.
La canción empieza con la voz de Zevon en el estudio, sugiriendo volver a grabar la canción: ”Lets do another bad one then, ’cause I like it when the blood drains from Dave’s face”: “Hagamos otra (toma) mala, pues: me gusta ver cómo la sangre chorrea por la cara de Dave (Lindley)”:
“Catfood sandwiches”, con el percusionista Wally Ingram, con el que forman un curioso dúo:
Y, aunque la canción no es suya, un clásico del repertorio de Lindley, una canción que representa muy bien el “espíritu Lindley”, y que ya grabó en el primer disco de El Rayo X, Mercury Blues, aquí a dúo, acústico, con su colega Jackson Browne (acompaño la traducción de la letra):
Mercury Blues
If I had money tell you what I’d do
I’d go downtown and buy a Mercury or two
I’m crazy ’bout a Mercury, I’m crazy ’bout a Mercury
I’m gonna buy me a Mercury and cruise it up and down the road
The girl I love, I stole it from a friend
He got lucky stole her back again
Cuz’ She knew he had a Mercury, she knew he had a Mercury
I’m gonna buy me a Mercury and cruise it up and down the road
Hey now mama you look so fine
Ridin’ round in your Mercury 49
I’m crazy ’bout a Mercury, I’m crazy ’bout a Mercury
I’m gonna buy me a Mercury and cruise it up and down the road
My baby went out she didn’t stay long
She bought herself a Mercury, came a cruisin’ home
I’m crazy ’bout a Mercury, I’m crazy ’bout a Mercury
I’m gonna buy me a Mercury and cruise it up and down the road
If I had money tell you what I’d do
I’d go downtown and buy a Mercury or two
I’m crazy ’bout a Mercury, I’m crazy ’bout a Mercury
I’m gonna buy me a Mercury and cruise it up and down the road
I’m gonna buy me a Mercury and cruise it up and down the road
Mercury Blues
Si tuviera dinero, te diré lo que haría,
me iría al centro y me compraría un Mercury o dos
estoy loco por un Mercury, loco por un Mercury
me voy a comprar un Mercury y voy a pasearme con él de un lado a otro
La chica que quiero se la robé a un amigo
Él tuvo suerte y me la volvió a robar
porque ella sabía que él tenía un Mercury, él tenía un Mercury
me voy a comprar un Mercury y voy a pasearme con él de un lado a otro
Hey, mama, se te ve muy bien
dando vueltas en tu Mercury del 49
estoy loco por un Mercury, loco por un Mercury
me voy a comprar un Mercury y voy a pasearme con él de un lado a otro
Mi chica se fue, pero no tardó en volver
se compró un Mercury y paseando en él volvió a casa
estoy loco por un Mercury, loco por un Mercury
me voy a comprar un Mercury y voy a pasearme con él de un lado a otro
Por último, quiero dedicar este post a la memoria de Carles Canals, quien debía haberlo escrito a medias conmigo, pero no pudo ser. Él me descubrió a David Lindley, y juntos pasamos muy buenos ratos escuchando su música, y tocando “El rayo X”:
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