Llegamos ya a la entrega 120, eso son unas cuantas semanas y meses de hacer esta sección.
Generalmente prefiero poner las entrevistas fuera, aunque algunas sí han salido aquí publicadas, pero en esta ocasión el nombre es Francisco Ibáñez y no podía dejarlo pasar.
A un clic tenéis nuestra charla, y aprovecho para recomendaros leer la que Diego Matos le hizo para Zona Negativa.
Doc Pastor: ¿Alguna vez pensó que Mortadelo y Filemón tendrían tan buena salud pasadas las décadas?
Francisco Ibáñez: Bueno mira, cuando empiezas a dibujar, al principio en esta profesión piensas que algún día lo vas a ganar es el Nobel, el Pulitzer o algo así... luego con el tiempo te das cuenta que las cosas no siguen esa línea, que los tiros no van por ahí, y en los últimos tiempos yo mismo me admiro de que a los cincuenta y pico de años este pajarraco está aguantando en primera línea cuando todo el resto han desaparecido, pero la vida es así y es que algo tendrán ¿no?
Son ya... se empezaron a publicar en el 58, yo los hice en el 57... más de medio siglo llevamos.
Doc Pastor: ¿Y a qué cree que es debido este éxito?
Francisco Ibáñez: En primer lugar a que lo hago yo.
Mira, siempre dicen que si sigues el mismo ritmo al final la gente se aburre así que los cambio, intento mantenerlos al día, independientemente de la editorial que fuera, lo que siempre me ha preocupado en los últimos tiempos es que estuvieran en el mundo y a la última de las cosas. Empecé metiendo las olimpiadas, los mundiales de fútbol y ya cualquier acontecimiento que ha pasado a lo largo del planeta pero principalmente en nuestro país, claro.
En España tenemos de todo, que si la crisis, que si el precio de la gasolina, que si lo uno o lo otro... y con todas esas cosas consigues que el lector se encuentre con temas que está viendo en televisión, escuchando por la radio, os leen a vosotros los periodistas... es casi como si cogiera una lechuguita fresca de su huerto, y eso hace que continúe como “Mortadelinómano”.
Doc Pastor: De todas sus creaciones ¿cuál es su favorita?
Francisco Ibáñez: Esto ya lo he dicho mil veces, mi personajillo Rompetechos, claro. Ese tópico de que el dibujo acaba pareciéndose al autor, o al revés no lo sé, pero era como yo con un cráneo brillante, unas gafas que si se las quitas tienes que llevarle a casa de la mano y ha tenido una gran ventaja por encima de los demás que es que solamente era uno. El resto van en pareja o incluso en trío, pero él no y encima es chiquitajo, así que me lo ventilaba enseguida, salían las páginas volando con unos gags sencillos de cosas que le venían como si nada.
Para mí era un personaje magnífico.
Doc Pastor: ¿Y ha pensado en hacer alguna historia larga de él en esta época?
Francisco Ibáñez: Sí, se han hecho. Es el único que he conseguido recuperar de los viejos tiempos, en una revista que se llama “Top cómic Mortadelo”, eran historietas de seis páginas y todas reunidas formaban un álbum... pero era demasiado.
Aquí cambian ciertas cifras que son siete y cinco que es mi edad de ahora, cuando eran cinco y siete podía hacer muchas cosas pero ahora estoy un poco pesadillo. Al final ha habido que dejarlo y seguir solamente con el Mortadelo, pero que es realmente lo que reclama el público y yo pienso que ojalá les gustara más Rompetechos, pero si el mundo quiere a Mortadelo pues yo tengo que hacer a Mortadelo.
Doc Pastor: ¿Y se quedaría con alguna historia de los dos agentes de la T.I.A?
Francisco Ibáñez: No, no. Esto me lo preguntan muchas veces y no hay uno solo.
Cuando estás con la página en blanco delante, pensando qué haría ahora y la musa no acude, realmente nunca lo hace, eso de el artista iluminado es mentira, así que hechas mano a lo que tienes en mi caso mis álbumes anteriores y hacemos lo que podríamos llamar un autotransplante de mi propio humor, y me alegro yo mismo viendo mis cosas, entonces me vienen nuevas ideas.
Para mí cualquier trabajo mío anterior es magnífico, imponente, pero todos ellos.
Doc Pastor: Últimamente se está hablando mucho de Vázquez ¿cómo era realmente?
Francisco Ibáñez: Lo admiraré toda mi vida. Era un tipo que tenía gracia y facilidad para hacer cualquier historieta. Se le ocurría un tema y le sacaba el jugo, tenía algo en las manos que no necesitaba meterles ni gasoil ni nada, iban solas volando por el papel.
Era un puñetero, el tío no quería trabajar. A la que hacía dos cosas y cobraba cuatro duros, venga a gastarlos, otros cuatro que dejaba a deber y otros tantos que nos sableaba a los amigos, hasta que no se le terminaba ya no se preocupaba de entregar páginas. Era una maravilla, realmente.
Doc Pastor: Entonces mucha de la leyenda que existe sobre él es cierta ¿no?
Francisco Ibáñez: Sí, sí, aunque siempre se exagera y se tergiversa pero era magnífico.
Doc Pastor: ¿Ha visto la película sobre su vida?
Francisco Ibáñez: Bueno sí, aunque no refleja exactamente lo que era aquello. Para el que no ha conocido esa época pues queda bien. En parte sí explica lo que era la vida del dibujante, pero en parte, solo en parte.
Doc Pastor: ¿Y llegará algún momento en que decida retirarse?
Francisco Ibáñez: Yo tendría que haberlo dejado hace ya mucho, a los cincuenta y pico que es lo que hacen en la banca. Muchas veces lo digo y comento “Jo, ya estoy un poco cansado y debería jubi” y se termina, en cuanto pronuncio jubi me sueltan “pero calla loco, calla. Mira lo que tenemos que hacer” y así estoy. Trabajar y trabajar.
Doc Pastor: A la hora de crear sus historietas, además de en el día a día ¿mete algo de su vida?
Francisco Ibáñez: No, no, mi vida es la más aburrida, pesada y monótona del mundo. A veces me dicen si algún día escribiré mi historia, las biografías que hace mucha gente, y yo pienso “¿y qué voy a poner?”, me bastaría con tres líneas, pondría: un gilipollas que trabajó, trabajó, trabajó y trabajó y no tuvo tiempo para nada más.
Doc Pastor: Pero tanto trabajo le ha dado buenos frutos.
Francisco Ibáñez: Claro, yo no soy de esos que se quejan que si llueve y luego que si no cae ni gota. Algunos me dices lo de que debería haber trabajado fuera del país, pero mira... el que no lo sabe se piensa que aquello ha sido el paraíso, pero ha habido los mismo problemas que teníamos aquí. Una vez vino un gran dibujante americano, aunque no recuerdo el nombre, todos esperábamos que nos dijera verdaderas maravillas y cuando empezó a hablar... nos quedamos todos con una cara, pensando “pero si eso es lo mismo que ocurre aquí o peor”.
Doc Pastor: Ya que hemos hablado un poco de Vázquez, tengo que preguntarle por la época de Bruguera...
Francisco Ibáñez: Esto se puede resumir rápido. Lo recuerdo con verdadero agrado ya que estuve con los que fueron verdaderos gigantes de la historieta como Cifré, Peñaroya, Escobar, Conti... todos fueron grandes amigos a pesar que eran de una generación anterior, de los que yo aprendí mucho. Hacíamos comidas, salidas, todo la mar de bien y en otro punto estaba la propia editorial que siempre te decía “Ibáñez ha esto así, lo otro asá, Ibáñez, Ibáñez, Ibáñez”, así que un día dije que nunca más hablaría de esto que ya estaba hasta las narices, y prefiero no hacerlo, se acabó que ya nos lo sabemos.
Doc Pastor: Si quería preguntarle cómo vivió la marcha de los autores de Tío Vivo, y su posterior regreso. Si quiere contarlo, claro.
Francisco Ibáñez: Pues fue la ocasión que se nos presentó a otros, no solamente a mí, como Raf o Roberto Segura... a la marcha de estos cincos es cuando entramos nosotros. La vuelta de ellos no significó nada, no fue ningún trauma, no pensamos que nos fueran a echar a la calle. Hay un error en el libro este... ¿cómo se llama?
Doc Pastor: ¿El invierno del dibujante?
Francisco Ibáñez: Sí, ese. No pasó nada por que al irse ellos Bruguera se puso a lanzar una cantidad de revistas tremenda, así que había trabajo para los que éramos nuevos y para los que volvieron, realmente para muchos más, había para todos así que no había problema de ninguna clase.
Doc Pastor: Ya que ha hablado de la obra de Paco Roca, ¿hace justicia a lo que intenta contar?
Francisco Ibáñez: Realmente sí.
Todos estos autores que he nombrado antes, Cifré y demás, intentaron algo que desgraciadamente salió mal, y es que hubiera sido una cosa muy bonita, podría haber tirado adelante. Fue un intento.
Era bastante más duro que lo que se cuenta en ese libro, pero bueno podía ser más o menos así y ya está.
Doc Pastor: Cuando decida jubilarse, si lo hace...
Francisco Ibáñez: Jajajaja
Doc Pastor: … ¿le gustaría que otro autor continuara las historias de sus personajes?
Francisco Ibáñez: Por supuesto, no tengo esas manías.
Un día leía que Hergé, el creador de Tintín, decía que cuando él muriera no se haría más, pero yo no lo veo así, no hay porqué. Yo no soy cómo aquel hindú que decía que cuando no estuviera que su viuda a la hoguera, por mí que sigan y por muchos años.
Creo que cualquier dibujante de los que ahora hay en este país es muy superior a mí, yo me descubro ante ellos y ya me gustaría saber trabajar la mitad de bien. Pero una cosa es el trazo y otra el guión, que eso ya es más complicado.
Doc Pastor: Claro, no es sencillo hacer humor.
Francisco Ibáñez: No solo eso, hay que intentar atraer siempre la atención del público. Lo primero que ves en una historieta es el dibujo, cuando lo importante está en esos globitos que llamamos bocadillos, en el texto y la idea, es ahí donde comienza realmente todo. Si yo tuviera dividir una página entre 100 te diría que el 40 son los monigotes y el resto la letra.
Por bonito que seas haciéndolo, aunque seas muy rococó, hay obras imponentes pero siempre hace falta un buen guión y muchas fallan en eso. Los míos por el dibujo se podría hacer perfectamente, pero por el otro lado...
No sería imposible, cuidado, pero habría más dificultades pero por mí que continúen muchos años, el personaje tiene todo el derecho a vivir.
Doc Pastor: ¿Y en su opinión quién podría continuar su legado?
Francisco Ibáñez: Pues eso ya no lo sé, prácticamente no queda nadie en la historieta cómica. Estamos... ese otro gran dibujante, el Jan, que hace eso del Superlópez y ya, todos los otros se publican en plan nostálgico, el género ha caido totalmente, ha desaparecido. Se siguen sacando cosas por ejemplo de Escobar o Cifré, pero es todo antiguo.
Pero sí que hay gente que sabe dibujar perfectamente y que lo hacen la mar de bien, alguien saldría, estoy seguro.
Doc Pastor: Ya veremos a ver, entonces.
Francisco Ibáñez: Jajajaja. Confiemos, confiemos.
Doc Pastor: Es usted el autor más conocido en nuestro país...
Francisco Ibáñez: ¿Actualmente? Sí, sin duda.
Doc Pastor: ¿Y cómo es la sensación de saber eso?
Francisco Ibáñez: Pues gusta horrores, pero no por mí, si no por el propio personaje.
Mira, en estos momentos de entrevista hay muchos que se ponen estirados y serios, pero lo que yo querría es que fuera el propio Mortadelo el que respondiera a las preguntas, que cobrara vida y me dejaran a mí tranquilo de todo eso.
Yo estoy contentísimo, claro.
Doc Pastor: Hace años se adaptaron al cine las aventuras de Mortadelo y Filemón ¿qué le parecieron?
Francisco Ibáñez: Pues quedó bien. Aunque... para el que es muy forofo del cómic pues dirá que no, que eso no es la historieta pero hay que separar, y es que por un lado están las viñetas y por otro la película, son cosas distintas.
Todo se transforma y se cambia, pero estuvo muy bien. Cuando me dijeron lo de la primera pensé que sería una cosa rarísima, me comentaron que iban a hacer a Mortadelo y Filemón con actores, en la vida real... yo lo primero que pensé fue “el tío que quiere hacer esto o está gagá o no sabe lo se trae entre manos”.
También eso de que alguien fuera Mortadelo me parecía completamente imposible, sin embargo cuando me enseñaron en un cacharro de esos, un monitor de televisión y me dijeron “este va a ser el que lo interprete” a lo que respondí que no, no lo iba a hacer, que realmente era él. ¡Es Mortadelo! Bastaba con su presencia, era imponente.
Y la película pues tenía a este Fesser, era muy ágil, con muchos gags, movimiento, quedó muy bien. Gustaba a toda la familia, al abuelo y al nieto, recuerdo que en aquel tiempo decían que si el cine español iba mal, aunque siempre ha estado igual, y entre esta y la del Segura se había salvado.
Luego la segunda no tuvo tanto éxito, pero ya se ha dicho eso de “segundas partes nunca fueron buenas”. Metieron al Neng... ¿cómo se llama?
Doc Pastor: Edu Soto.
Francisco Ibáñez: Eso. Y bueno... no sé, y alguna cosa más que no gustaría. Pero yo cojo esto y es un cómic, lo leo y en cambio esto es una película y es una cosa distinta, no hay que mezclarlo.
Doc Pastor: Hace poco estuvimos con Julia Galán...
Francisco Ibáñez: Ah sí, muy maja, sí.
Doc Pastor: … pues ella nos comentó que en una semana llegaba a entregar usted más de veinte páginas.
Francisco Ibáñez: Realmente no fue solo una semana, unas cuantas más. Una época espantosa, cuando entré yo al principio en Bruguera.
Mira, en la profesión nuestra si das unas cinco o seis páginas a la semana ya cumples sobradamente, y es que no hay tiempo para más. El tío que hace diez es un héroe, algo increíble. Ya quince es algo impensable, y yo me he hecho veinte durante mucho tiempo.
Yo no tenía ni fines de semana, domingos, ni vacaciones, todo era trabajar, trabajar y trabajar.
Doc Pastor: ¿Y qué método usa para poder producir tanto material?
Francisco Ibáñez: Lo único es poner el culo en un taburete hasta que se te queda plano, poner los codos sobre la mesa, apretar las cejas hasta que se te ocurre algo e ir haciendo, ir haciendo, ir haciendo. Aquí no hay musas que te soplen.
Doc Pastor: Ahora mismo que estamos en un momento de crisis, el paro ha vuelto a subir ¿no sería un buen momento para recuperar a “Chicha, Tato y Clodoveo”
Francisco Ibáñez: Si hubiera tiempo sí. Y a Rompetechos, 13 Rue, que además gustaba mucho y querría hacer cosas nuevas... si yo pudiera lo hacía. Hay muchas cartas de la gente que lo pregunta, pero sencillamente no me daría el día, si con lo que hago ya voy justito...
Esto de los personajes del cómic, se hace uno nuevo y luego otro a veces por que te dicen que no te repitas y que cambies el ritmo, aunque nunca me ha ocurrido y cuando he cambiado de uno a otro no ha sido por eso. Pero no hay tiempo, no se puede hacer nada más.
Si pudiera dejarlo momentáneamente, igual sí, pero hoy por hoy lo que el público reclama es el Mortadelo así que seguiré haciéndolo. El día que esto cayera ¿me inventaría otro? Pues no creo si están todos esos esperando, echaría mano de cualquiera de ellos y los pondría al día, habría que actualizarlo aunque no demasiado.
Ese trío que has dicho estaba de plena actualidad hace treinta años, y ahora que ha pasado tanto tiempo pues también lo estarían, y es que eran “Chica, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo”, así que más al día imposible.
Doc Pastor: Ya que ha comentado lo de 13 Rue del percebe, con el aniversario que se celebra, si lo hiciera ahora ¿cambiaría algo o serían los mismos vecinos?
Francisco Ibáñez: No, no, no, nuevos personajes no me harían falta, tengo muchos que algunas personas se preguntan el porqué habrían desaparecido. Solamente darles un repaso para el día de hoy, pero como te decía antes realmente tampoco mucho, fueron de portada en su día y lo seguirían estando.
Pasa igual con Pepe Gotera y Otilio, la chapuza nacional que sigue existiendo, tú llamas a cualquier fontanero y te la prepara. El Mortadelo intemporal, Rompetechos también...
Quizá algún cambio sí que haría. Abajo en lugar de una tiendecita pues habría un centro comercial de esos, quitaría al ladrón y pondría a un banquero, qué sé yo...
Doc Pastor: Muchas veces en sus obras se ha caricaturizado, además de ricachón.
Francisco Ibáñez: Es que a la gente le gusta. Piensan que soy muy inteligente, el ingenio que tengo al hacerme en plan de coña y lo que no sabe es que lo uso cuando me bloqueo. Estás ante la página en blanco y no viene nada, así que me pongo yo mismo para salir del paso y luego ya seguiremos.
Doc Pastor: Entonces es importante reírse de uno mismo.
Francisco Ibáñez: Es un recurso, quitas un bache y sigues la historieta. Es un gag más, lo importante es elegir un tema y que sea de actualidad, eso es lo que pesa.
Doc Pastor: De los autores que ha conocido a lo largo del tiempo ¿a quién recuerda con más cariño?
Francisco Ibáñez: Todos, todos han sido amigos. Algunos por la similitud de época, como por ejemplo el Raf que era de la misma época, estábamos todos en Bruguera pues éramos muy amigos, con otros no podías tener el mismo grado de amistad y es que eran de la generación anterior como Cifré o Peñarroya, aunque ellos se lo tomaban a guasa y decían que si les íbamos a echar y el Peña que no que ellos tenían la solera y tal.
Entre nosotros siempre estábamos de broma, sin problemas. Éramos amigos, todos.
Doc Pastor: Con esto ya le dejamos libre, muchas gracias por todo.
Francisco Ibáñez: Nada, faltaba más.