Mortadelo y Filemón son una creación de Francisco Ibáñez.
Mortadelo y Filemón cumplen años, 54 en concreto, y por ese motivo hemos hecho varios textos sobre ellos esta semana. Estos personajes nos han gustado mucho, quizá con el tiempo ya no estén en nuestro podio de favoritos (que hemos leído muchas cosas) pero siempre tendrán un huequito en nuestro corazón.
Su fama ha traspasado las fronteras, son las creaciones de tebeo más conocidas que tenemos y no puedo evitar ver cierto paralelismo con El Quijote, que nuestra obra literaria más internacional.
El tonto listo y el listo tonto
Si pensamos en la genial creación de Cervantes, que os recomiendo leer si todavía no lo habéis hecho, no hace falta mucho para ver que si bien Alonso Quijano es el protagonista y en teoría el hombre culto pero la realidad es bien distinta, ya que los pies en la tierra los tiene su fiel escudero Sancho (de apellido Panza) que es el que nos muestra el mundo y realmente forma parte del mismo. Su amo ha perdido contacto con la realidad y en sus manos cae el cuidar de él.
Algo similar pasa con Mortadelo y Filemón (de apellido Pi). Si bien el primero es, por y para siempre, el actor principal también es el empleado que trabaja para el otro y clara muestra de ello es que le llame “Jefe”. Bien, pero igual que en el caso anterior el que parece ser el segundón, desde el punto de vista de Pi, se muestra para los lectores como el cerebro detrás y el hombre gracias al que logran solucionar la mayoría de sus casos (bueno, solucionarlos es un decir).
El pobre Filemón se tiene por muy listo, atrevido y valiente pero el paso de las viñetas deja más que claro que no es así, y que si bien es el que manda no siempre el que debería hacerlo.
Derribando gigantes que son molinos
Normalmente estos dos agentes secretos, o más o menos que a vece parece que todo el mundo los conoce, tienen una misión que puede ser más o menos complicada pero que ellos se encargarán de hacer todavía más complicada.
Da igual lo que sea y lo sencilla que pueda parecer en un principio ya que con su incompetencia, tontería y ansias de ser los mejores (cuando no lo son) solo logran que todo se vuelva en su contra, que el mundo sea todavía peor y que las cosas les salgan terriblemente mal.
Lo que no es más que un molino de viento se convierte en un gigante, pero al contrario que David ellos no logran derribar a la enorme mole.
Un clásico español
Antes de decir nada aclaro que ni pretendo comparar, ni decir que una cosa sea mejor que otra ni nada, así que no nos confundamos.
El Quijote es un clásico de la literatura española, sin duda la obra más representativa de nuestro país y la más reconocida fuera de nuestras fronteras. Marcó muchas de las pautas que durante siglos se siguieron y todavía hoy encuentra nuevas formas, homenajes y medios por explorar. Miguel de Cervantes Saavedra murió en 1616, pero no así su obra.
Mortadelo (y Filemón) es un clásico del tebeo español, sin duda la obra más representativa de nuestro país y la más reconocida fuera de nuestras fronteras. Marcó muchas de las pautas que durante décadas se siguieron y todavía hoy encuentra nuevas formas, homenajes y medios por explorar. Francisco Ibáñez sigue vivo, y su obra perdurará.