Levante UD, ejemplo de supervivencia

Publicado el 13 septiembre 2014 por Trescuatrotres @tres4tres

El Levante UD celebra esta semana sus 105 años tras sobrevivir a uno de los peores momentos de su historia

La unión del Levante UD siempre ha sido su fuerte.

Mediados de julio de 2008, en el Hotel Oliva Nova Golf, al sureste de la provincia de Valencia. En este punto geográfico y en esos días de hace 6 años revivió un Levante UD al borde de la muerte.

Las mensualidades de los jugadores y el resto de trabajadores del club se acumulaban sin pagar en la mesa de dirección del Ciutat de Valencia. Un joven Luis García Plaza llegaba a ese hotel de la localidad de Oliva, procedente del Benidorm, con ilusión de entrenar a un club histórico, y se encontraba con un grupo de jugadores muy reducido.

El técnico madrileño cada mañana desayunaba en el complejo hotelero leyendo como la prensa anunciaba la salida de más  futbolistas que se marchaban en busca de mejores contratos, y ante el miedo de una cercana desaparición del club.

El mismo equipo que poco antes había disfrutado de partidos en Primera División, de técnicos tan mediáticos como Schuster en su banquillo, y de jugadores de tanto talento como Mijatovic, Ettien, Rivera, Harte…se veía al borde del abismo. Ese verano los granotas, así se les llama a los aficionados del Levante UD, estaban en peligro de extinción, el número de abonados no llegaba a los cuatro mil.

Aquella pretemporada del 2008 iba a resultar una de las más surrealistas, alocadas e importantes de un club centenario que acaba de cumplir ahora los 105 años de historia. El 10 de julio de aquel verano, el Levante UD iniciaba un concurso de acreedores y pasaba a estar intervenido judicialmente por tres administradores concursales que tenían que decidir si el club era o no viable. Es decir, si podía respirar y vivir o había que determinar la fecha de su defunción. Los granotas se manifestaban en el Ayuntamiento de Valencia solicitando una ayuda con la que siempre han contado sus vecinos de Mestalla.

Durante aquel durísimo verano costaba, y mucho, ver la luz al final del túnel, pero seis años después ya se puede decir, el Levante UD vive y le resta mucha vida por delante. En esta temporada 2014/2015 el Levante UD ha reducido a la mitad su deuda. Si en el 2008 era de más de 90 millones de euros, ahora el total es de 45, y la previsión para la próxima campaña es que sea de poco más de 30 millones. Una reducción muy importante en muy poco tiempo.

Si el club se mantiene las próximas 3 temporadas en Primera se calcula que se habrá pagado toda la deuda excepto la bancaria, según la información desvelada esta semana por la Cadena Ser Radio Valencia. Al Levante le quedaría por pagar cada año 1,5 millones de euros en total a distintos bancos durante 20 años, tras conseguir refinanciar esta parte de la deuda.

Las nombres del éxito granota: Quico Catalán y Manolo Salvador

El presidente Quico Catalán, el gestor del éxito granota

En ese éxito económico su presidente Quico Catalán ha sido el hombre clave. Su excelente gestión se ha basado en el rigor económico, nunca gastar más de lo debido.

El Levante ha crecido deportivamente estos últimos años sin apenas gastar en fichajes. La mayoría de sus futbolistas ficharon por el equipo levantinista llegando libres, cedidos, o en algunos casos excepcionales, pagando.

Fuera del césped el Levante también ha sabido moverse con astucia, Quico Catalán ha construido muy buenas relaciones con la LFP (Liga de Fútbol Profesional) donde ha llegado a alcanzar el cargo de Vicepresidente Primero. El presidente granota ha obtenido cierto poder en la cúpula de la Liga que le ha otorgado un reconocible respeto entre sus colegas que le han facilitado fichajes y también ha conseguido que la Selección Española visite su estadio en dos ocasiones.

En lo deportivo, el club ha ido creciendo temporada a temporada con el protagonismo de Manolo Salvador en la Dirección Deportiva de la entidad. El máximo responsable deportivo granota que estaba en la sombra con Pedro Villarroel (máximo accionista y presidente anterior al actual) ha demostrado una gran valía con fichajes como Koné, Caicedo, Iborra o Keylor Navas que han dejado un gran rendimiento y grandes sumas de dinero tras sus posteriores traspasos que han ayudado a ir pagando las deudas.

En este club todos, incluida la afición, han entendido que por encima de cualquier jugador siempre ha estado la entidad y siempre se han mostrado abiertos a negociar por la venta de sus futbolistas.

Granotas, una especie en peligro de expansión

Rubén, es la gran promesa de futuro del club.

Seis años después los granotas están en peligro de expansión. En 2008, no se llegaba a los 4.000 abonados, ahora se superan los 17.000. Aquel verano fatídico el ascensor de las oficinas del Ciutat de Valencia estaba a medio construir (lo habían comenzado a instalar años antes pero por falta de dinero se paró su instalación durante meses), y ahora ese mismo estadio esta remodelado, con una recién estrenada tienda Nike.

Saben que este año volverá a ser difícil, no les asusta empezar la Liga desde los últimos puestos, ya tienen experiencia en ello. Los aficionados saben que su club sigue contando con un presupuesto austero, y que la unión y la intensidad de sus jugadores volverá a ser su mayor peligro para los rivales.

Pasados los 105 años de historia los levantinistas se sienten más orgullosos que nunca de su club. El Levante se ha convertido en todo un ejemplo para equipos como el Real Murcia, Hércules, Real Zaragoza, Mallorca…clubes históricos que ahora sufren por elevadas deudas a las que no saben cómo hacer frente. Como dice uno de los lemas publicitarios del Levante UD estos últimos años, aún les queda todo “Un futuro por conquistar”.

Carlos Gallardo

El balón es mi mejor amigo (como dirían Oliver y Benji), y la comunicación es mi pasión. Soy periodista y cuento con experiencia en diversos medios de comunicación en España y Reino Unido (Cadena Ser, CNTimesLive…). Durante varios años he seguido el día a día de la actualidad del Valencia CF, Levante UD, y Valencia Basket. Los estadios son mis templos, y el fútbol mi religión.

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