Lewis Perdue - La hija de Dios

Publicado el 22 noviembre 2010 por Polonius
 
Zoe Ridgeway es la mejor historiadora y marchante de arte del mundo, al menos así lo considera el coleccionista  Willi Max que sabiendo que va a morir quiere tomar medidas para la conservación de su legado. Para ello ha contratado, por una enorme suma de dinero, a Zoe y a su marido, Seth, profesor de filosofía y religiones  comparadas, erudito versado en manuscritos y reliquias antiguas y experto en el período comprendido entre el año 500 antes de nuestra era y el siglo VIII.
El tal Max fue soldado en el ejército del Tercer Reich y en las minas de sal al sur de Munich tuvo que proteger el tesoro artístico que Hitler había acumulado en aquella zona, fruto de robos a particulares e instituciones de las ciudades que invadía. Tras el final de la guerra Willi Max no desperdicia la ocasión que se le brinda de hacerse con gran parte de ese patrimonio, una fortuna en cuadros, manuscritos, monedas… Ahora, moribundo, encarga a Zoe que devuelva todo lo robado a sus legítimos propietarios o a sus herederos y le entrega un maletín de cuero con el encargo de que su marido revise lo que hay en su interior, un manuscrito griego.Aquí