Título: Léxico familiar
Autor: Natalia Ginzburg
Año: 1963
Edición: Lumen, Barcelona 2007
Supongo que todas las familias tienen su léxico particular. La mía al menos lo tiene, expresiones que se repetían cuando un hermano no quería comer algo, refranes que son uno más en la casa, el mismo adjetivo que describe siempre a tal o cual persona,... En Léxico familiar, Natalia Ginzburg se sirve del peculiar léxico de su familia para contarnos algunos de sus recuerdos familiares. Al mismo tiempo, «la historia de la Italia antifascista se pasea en bata por las páginas de un libro fascinante, falsamente simple, donde las anécdotas cotidianas se mezclan sin pudor con reflexiones de mucho calado» -dice la contraportada del libro-, y con hechos dramáticos ingenuamente suavizados, diría yo. Por el libro desfilan una gran cantidad de personajes de la historia política y cultural de Italia que tuvieron alguna relación con la familia Ginzburg. Pero los que más brillan son su padre y su madre, divertidos como ellos solos, dos auténticos «personajes» a los que me hubiese gustado conocer.
Léxico familiar no es un libro que estés deseando pillar al llegar a casa para ver cómo sigue, pero con el que estás muy a gusto mientras lees. Un libro que te hace disfrutar de la agradable sensación de estar acompañado, un libro con el que se está bien y del que te cuesta alejarte. Es el tercero que leo de Natalia Ginzburg y me han gustado los tres, éste quizá menos que Las pequeñas virtudes y más que Nuestros ayeres.