En la presa romana situada en el término de Urda, a unos 4 kms., el agua se embalsaba y de ahí, partía otro canal que se dividía en dos, para abastecer las zonas norte y sur de Consuegra.
Sobre esta monumental obra de ingeniería civil romana pesa este curioso relato:
La joven, con el fin de zafarse del acoso de su pretendiente y con la intención de ganar tiempo, le prometió casarse con él con la condición que hiciera llegar hasta su castillo el agua de un manantial que estaba a cuatro leguas (unos 24 Kms.) de Consuegra, la conocida como Fuente del Moro o Fuente Aceda.
El caballero moro, prendado de amor por la dama, asumió el reto y comenzó al momento la obra, que logró acabar en un tiempo inimaginable para la época. A todas luces, se presentaba como una empresa imposible y él lo había logrado.
El musulmán terminó el acueducto y trajo el agua hasta una presa cercana al castillo, para retenerla allí y que pudiera se utilizada por los habitantes del mismo.
La dama cristiana, al ver que se vería obligada a cumplir una promesa que nunca tuvo intención de mantener, se quitó la vida llena de rabia y despecho. El pobre caudillo moro despreciado, a pesar de su gran afán, se quedó sin dama cristiana, pero con un suministro inagotable de aguas limpias y saludables.
Ángeles AnayaFuente: http://circuloculturalconsaburense.blogspot.com.es/2013/10/la-leyenda-del-moro-desairado-y-la-dama.html