Leyenda de la Real Casa de Correos, hoy sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Publicado el 15 julio 2024 por Rmartin

Real casa de Correos en 1835


Este elegante edificio neoclásico, situado en la parte sur de la Puerta del Sol de Madrid, fue una idea del rey Fernando VI, aunque definitivamente fue mandado construir en 1768, por el rey Carlos III, en su afán por dotar a la capital del reino de un centro que se encargara de distribuir los correos que se generaban a lo largo y ancho del país. Además de dotar a la ciudad de servicios e infraestructuras que hasta entonces brillaban por su ausencia. No podemos olvidar que a su llegada desde Nápoles el rey se encontró con una ciudad sin iluminación, ni alcantarillado; los cual no la dejaba en una buena posición ante los numerosos visitantes que, por una u otra razón se trasladaban a la Corte.

Pero, no abandonemos el edificio y el motivo que nos ha traído, que no es otro que la leyenda que le rodea.

Curioseando por la documentación referida a dicho edificio, nos hemos encontrado con la relación de personas que intervinieron, de una manera u otra en la realización de este. Esto es algo normal dirá el lector. Pero, y si le digo que en esta relación figura un sacerdote. Esto ya no es tan frecuente. Pues sí, aquí podemos encontrar el nombre del padre López.

—¿En qué intervendría el sacerdote? Nos preguntamos todos.

Para contestar la pregunta hemos de consultar toda la bibliografía al respecto, y hete aquí que nos hemos encontrado con una leyenda con nos sacará de dudas. Vamos con ella:

“Resulta qué, una mañana, cuando el personal encargado de la construcción se incorporaba al trabajo, se les apareció el mismísimo diablo diciéndoles que el edificio en el que se estaban esmerando en levantar, pertenecía el infierno, y estaba maldito, por lo que, a todo el que trabajara en el, le esperaba el fuego eterno.

Los albañiles y demás operarios no sabían salir del miedo provocado por el diablo, y más cuando este se dispuso a exponer las razones por la que estaba maldito.

Pues resulta que la razón se debía a que el rey había encargado las obras al arquitecto francés Jacques Marquet, dejando a un lado al español Ventura Rodriguez. Por lo que, los esfuerzos realizados por los obreros eran, no solo, una falta de fe, sino una muestra de comportamiento antipatriótico.

Los trabajadores, aterrorizados, rehusaron seguir trabajando, para evitar las posibles consecuencias. Por su parte, Marquet, cuando tuvo noticia de la causa por la cual se habían detenido los trabajos, se dispuso a contratar, inmediatamente, a un sacerdote con la ineludible condición de que fuera español, y que, crucifijo en mano, fuera capaz de espantar cualquier nueva aparición de Satanás.

Los trabajos continuaron sin ningún nuevo impedimento”.

Ahora solo nos quedaría repasar la historia y descripción de tan representativo edificio, que, a lo largo de los años ha tenido diversos usos y moradores, además de servir de punto de inicio para medir las distancias de todas las carreteras radiales: Kilómetro cero.



Ramón Martín