Narra una historia de adulterio en un triángulo amoroso entre una joven mora, Ajá Galiana, su marido cristiano Nalvillos y el antiguo prometido de la primera, Jezmín Yahía.
La leyenda
El relato difundido por la tradición cuenta que la joven doncella mora, hermosa y de porte distinguido, —traída hasta Ávila desde Toledo por Fernando de Lago y una caballería de jinetes cristianos y musulmanes— había sido puesta por el rey bajo tutela de Urraca I de León y Raimundo de Borgoña. La joven fue conducida a Galicia por estos últimos y fue bautizada adquiriendo el nombre de Urraca. Se tramitó su matrimonio con Nalvillos Blázquez, hijo del gobernador de Ávila, locamente enamorado de Ajá Galiana, pese a estar prometido a una noble, Arias Galindo. El rey aceptó el casamiento a regañadientes, puesto que tenía planeado casarla con otro pariente de Al Mamún, Jezmín Yahía, sirviente suyo al que había concedido tierras en la orilla del Tajo cerca de Talavera.2 3 Éste último, indignado por el desplante, juró en secreto matar al hijo del Gobernador.4 A raíz de este cambio de planes se concertó la boda del hermano de Nalvillos, Blasco Jimeno, con Arias Galindo para solventar la afrenta a los padres de ésta última.5
Esa misma noche Galiana dejó un mensaje a Jezmín instándole a que se reuniera con ella en su ventana y la reclamara con el silbido que solían usar entre ellos de niños. En sus aposentos le confesó su amor hacia él y su matrimonio desdichado y acordó con él que hasta que el momento de escapar juntos fuese propicio únicamente se reunirían durante las ausencias de Nalvillos cuando éste marchaba a la guerra.9 Nalvillos al regresar victorioso de sus batallas con los musulmanes descubrió que Ajá Galiana le había abandonado para reunirse con Yahía, y partió en su búsqueda.10
A partir de ahí unas versiones relatan que Nalvillos atacó Talavera y en el lecho de la pareja de adúlteros del palacio de Jezmín ambos fueron pasados a cuchillo por el castellano11 Otra versión recogida en un manuscrito de 1517, con un final más florido y poético cuenta que Nalvillos se introdujo de incógnito en la ciudad de Talavera, donde vivía la pareja, vestido de mercader de hierbas12 , y cuando llegó hasta Galiana, la perdonó y le suplicó que volviera con él, a lo que la mora respondió haciéndole prender por los guardias y llamando a Yahía. Fue condenado por el musulmán a ser quemado a la hoguera. En la pira Nalvillos solicitó como último deseo hacer sonar el cuerno de guerra que siempre le acompañaba. La petición fue atendida y ese fue el momento cuando los servidores de Nalvillos, emboscados cerca del palacio, salieron a rescatar a su señor, que finalmente decretó que ambos amantes fueran arrojados a la hoguera. Nalvillos pasó a la leyenda como un gran guerrero.
Fuente: Wikipedia