Leyendo a Jorge Enrique Adoum

Publicado el 17 julio 2016 por Ispamaga @is_ma_ga

Jorge Enrique Adoum

Biografía

Nacido en Ambato en 1926, Jorge Enrique Adoum poeta, ensayista y narrador, nos deja como legado importante las novelas Entre Marx y Una Mujer Desnuda (1976), Ciudad sin Ángel (1995), Los Amores Fugaces (1997).

Jorge Enrique Adoum

Los cuadernos de la Tierra

“En el año 2005, la Casa de la Cultura Ecuatoriana publicó en seis volúmenes las obras completas, siendo las fundamentales: “Ecuador Amargo”, 1949; “Los Cuadernos de la tierra”, cuyos primeros dos volúmenes: I “Los Orígenes” y II “El enemigo y la mañana”, fueron publicados en 1952; el tercero “Dios trajo la sombra” lo publicó en 1960; y el cuarto: “Eldorado y las ocupaciones nocturnas”, en 1961”. 

Los cuadernos de la Tierra unen el primer grupo de poemarios de la etapa lírica de Jorge Enrique Adoum.

Aquí, el escritor pretende un retorno a la historia, especialmente a los momentos de la conquista española. Es de suma importancia considerar la reflexión que realiza este poeta acerca de estos borradores porque nos permite ver, con mayor precisión, el objetivo impersonal  y el lugar que tienen estos poemarios dentro del sistema armónico de las obras de Adoum.

En este cuaderno o libro, hay dos sumarios fundamentales de los que el autor ha hablado, estos son:

Primeramente, el que está relacionado con la representación de romper la idea del verso como una condición intrínseca del poema. Este escritor, en el preámbulo de Los cuadernos de la Tierra de la antología completa, plasma una breve meditación en cuanto a la ligereza que puede tener un poema.

En este sentido, el autor situará sobre la mesa el contenido del lenguaje como la más importante tensión que permite establecer desiguales y recónditos niveles dentro de la poesía.

Como segundo elemento al cual alude el autor en el mismo preámbulo, y que está presente, de manera inicial, en Los cuadernos de la Tierra es el de la colonialidad. Estos poemarios al centrar su atención en la historia, en el pasado torcido que todos los ecuatorianos guardamos en nuestra memoria, con algo de sensibilidad, revive punto por punto los diferentes tiempos de dolor que se vivió desde la conquista española.

Sin embargo, es posible apreciar el inicio de una intranquilidad por lo que dejó la conquista. En este sentido, en algunos poemas, esencialmente en los que pertenecen El dorado y Las ocupaciones nocturnas, se podrán notar atributos de lo que representa esta herencia colonial.

“Todo lo heredas

tú, tú sólo, ecuatoriano, hijo

puntual, pariente establecido

en el sitio del amor y del esfuerzo.

En ti pensaba cuando no moría, cuando

salvé mi hueso del pozo de la fiera.

Para ti hice esta patria de agrupada

hermosura, mi patria, la nacida

de estos sufrimientos de que te hablo”.

De esta manera el autor muestra un eje temático que quedará presente hasta el final de su obra poética.