Me lancé a leerlo para no hacer el ridículo como la ministra de Cultura francesa Fleur Pellerin (que no ha leído nada del nobel) y encontré un tesoro. Quedo agradecida a Fleur y su ignorancia que yo ya no comparto. Espero que vosotros tampoco la compartáis.
Me lancé a leerlo para no hacer el ridículo como la ministra de Cultura francesa Fleur Pellerin (que no ha leído nada del nobel) y encontré un tesoro. Quedo agradecida a Fleur y su ignorancia que yo ya no comparto. Espero que vosotros tampoco la compartáis.