¿Cuándo se ha visto una reforma laboral que recorta de manera tan criminal -sí, sí, criminal, de crimen- los derechos de una mayoría para beneficiar descaradamente a una minoría selecta? ¿Eso nos hace más libres? Recortar los servicios públicos -educación o sanidad-, ¿nos da más oportunidades a todos? ¿Nos ayudará a ser más felices? Cuando el señor Gallardón se cree en el derecho de decirles a las mujeres que sufren una "violencia estructural", ¿se ha preguntado cómo les benefician a las mujeres embarazadas "sus" recortes y "sus" reformas? ¿Quién se cree que es él para darnos lecciones de moral? ¿De quién es la libertad de tener un hijo? ¿De los hombres? ¿De "su" conciencia moral? Cuando la señora Aguirre llama violentos a los que se manifiestan en la calle, ¿respeta la libertad de expresión y el derecho a manifestarse? ¿Se digna el señor Rajoy en reunirse con los sindicatos para escuchar sus propuestas? Ningunear a sindicatos, ¿es una muestra de consenso? Incumplir las promesas electorales, ¿nos hace más democráticos?
Comenzamos a estar hasta las narices de estos intolerantes de derechas. Quizás es hora de pararles los pies y dejar de escuchar sus aleccionamientos puritanos y falaces. No les dejemos que mencionen la libertad cuando la traicionan tan descaradamente manipulando la realidad. Ya está bien, liberales de pacotilla. Porque si queréis ser liberales, asumid la libertad en toda su dimensión y no sólo en aquello que os beneficiará a costa del sufrimiento de los demás.Actualidad política y social. Una visión crítica de la economía la actividad política y los medios de comunicación.