¿libertad de expresión? o ¿libertad de destrucción?

Publicado el 11 abril 2014 por Helder
Independientemente de los ideales políticos, sociales, económicos, independientemente de las quejas, opiniones, frustraciones que se puedan sentir, nada justifica los actos de vandalismo por parte de grupos de personas, tengan o no la razón, los actos vandálicos anulan cualquier razón que se les pueda asistir.

Los últimos días en Venezuela, se han registrado un sin número de manifestaciones, que supuestamente serían pacificas, claro está que la violencia genera violencia (aquí las autoridades tienen el deber de controlarse), pero para quien lucha por demostrar que son la parte “NO” violenta de la población, han dejado mucho que desear… Varias son las zonas de la capital que han sufrido los enfrentamientos, entre estudiantes, no estudiantes y autoridades policiales, instalaciones del metro danificadas, kioscos, bancos, mobiliario urbano, etc., ya para no hablar de los heridos y muertos (6) que se han registrado..., y que hay que averiguar con exactitud, unos dicen que fueron los colectivos (grupos armados, seguidores del gobierno de Maduro), otros dicen que fueron personas que se manifestaban, buscando crear el caos...

He leído un sin número de noticias sobre la situación actual de Venezuela, he visto un montón de imágenes, he recibido noticias directamente de personas residentes en Caracas, sinceramente no he visto más violencia de las autoridades venezolanas, que las verificadas en otros países del mundo, Grecia, Brasil fueron bien peor ¿Y España? Las cargas policiales en la capital española fueron, sin duda, mucho más violentas…, yo me pregunto: ¿Por qué no fue España condenada por tales actos? Yo defiendo la libre expresión, la libertad de concentración y manifestación, pero no puedo defender a una manifestación que se transforma en vandalismo, una cosa es agredir con piedras, palos, etc., a una “carga” policial, aunque tampoco justifico esa violencia, pero otra es apoyar y aplaudir a grupos de personas que por donde pasan, rompen, destruyen y deterioran infraestructuras que son de todos, y han costado dinero a todos… eso tiene que ser castigado, no puede haber impunidad para estas cosas también. Las manifestaciones que se multiplicaron un poco por toda Venezuela, y en especial en la capital, demostraron que no existió un objetivo idóneo ¿Las quejas son por la falta de papel, harina, azúcar, oportunidades de empleo? o ¿Por qué no quieren a Maduro? ¿O será que es por todo esto? Yo creo que los jóvenes y menos jóvenes, se deben concentrar en plazas ¡que acampen en plena ciudad! Pero que preserven lo que es de todos… ¡que salgan a manifestarse con objetivos claros! No porque todos van… y vamos a ver cómo quedan las cosas… Este tipo de manifestaciones resultan siempre en el caos social…, si esto sigue, no habrá cambio político como muchos quieren, no habrá mejoría en la economía, no habrá estabilidad política… ¡La oposición está completamente dividida! El resultado de todo este bochinche, será el caos institucional, será una fotocopia de los países donde surgió la llamada “Primavera Árabe” que de primavera no tiene nada, pero si de un invierno largo y frio…, donde no se ve futuro.

La oposición venezolana es “burra” no termina de entender que la violencia radicaliza el actual gobierno, lo “cierra” cada vez más, le da razones para señalar a la oposición, mientras sigue su agenda política, sus obras, sus leyes, ¿y la oposición qué? Nada… la oposición nada… se concentra en criticar, acusar, deslegitimar, y no trabaja… no ofrece una alternativa, no propone soluciones, no aporta ideas, no se acerca al electorado contrario a ellos… Para que la oposición un día gane, tiene que ganarse la confianza de una parte de ese electorado… y parece no entender eso…, opta por las calles, pero por una calle violenta que, resuelva el "problema" Maduro… Si el gobierno no trabaja ¡pues que la oposición muestre trabajo! En Venezuela existen todavía alternativas democráticas para resolver “ese” problema, pues entonces ¿Por qué no escoger ese camino?

Estas manifestaciones, más allá de la opinión que se tenga de los jóvenes que allí se manifiestan, y de sus razones, es el resultado de la división política de la oposición, que busca desesperadamente un nuevo rostro…