Libertad de movimiento sin riesgos; tecnología y tranquilidad, el binomio perfecto

Por María de Jesús García  Velázquez (Marketing Department - Grupo Neat). Para la mayoría de las personas salir a la calle  es una actividad cotidiana que raras veces tiene especial relevancia.  Sin embargo, para otras personas, este hecho aparentemente  inocuo puede representar innumerable riesgos. La posibilidad de desorientarse y perderse, ser atropellado o sufrir una crisis relativa a su salud son algunos de los numerosos peligros que muchos pueden enfrentar si acceden a la calle o a zonas restringidas.
Estar seguro de que las personas que corren este tipo de riesgos están supervisadas debidamente y que,  bajo ninguna circunstancia, su integridad personal, en todos los niveles,  estará expuesta es el objetivo que debe primar en las residencias de personas mayores, en los centros de día, centros de atención a personas con discapacidad física o intelectual y en cualquier lugar en el que se tenga a cargo una persona que precise un cuidado permanente, altamente eficaz.
Para conseguir este objetivo, los gestores de este tipo de centros afrontan una gran responsabilidad: deben saber elegir aquellos recursos tecnológicos que les ayuden a garantizar que sus residentes tengan la mayor movilidad posible dentro de las instalaciones y que los espacios que representen un peligro para el residente sean inaccesibles.
Los proveedores de tecnología no son ajenos a las necesidades de seguridad de estos centros. Una prueba de ello es el novedoso Sistema de Errantes, diseñado por la multinacional Neat Group. Se trata de una solución tecnológica que  permite la creación de diferentes zonas de paso, es decir, las instalaciones de un centro asistencial se dividen por zonas permitidas y zonas restringidas.  Dichas zonas son configuradas en unas unidades denominadas D-ATOM y UDAT,  cómodos aparatos con forma de pulsera que usa el residente.
CONTROL DE ERRANTES
Con la pulsera el residente puede acceder con total libertad a las zonas que le sean permitidas, asimismo el gestor del centro pueda respirar tranquilamente,  ya que en caso de que algún paciente acceda a una zona no permitida, como la calle, por ejemplo, la unidad lanza una alerta llamada alarma de errantes. Estos avisos son recibidos por los profesionales de salud en  una pequeña unidad portátil –similar al tamaño de un móvil- llamada TREX-2G.  La inmediatez de la alarma permite que los profesionales de salud actúen rápidamente y prevengan posibles percances. El personal sanitario a su vez puede también tener libertad de movimiento, ya que la unidad TREX- 2G es portátil y cuenta con una cobertura ilimitada.
Las pulseras  que porta el residente han sido diseñadas para cubrir diferentes perfiles de usuario. Un aspecto destacable de la pulsera UDAT es que  resulta prácticamente imposible que el portador pueda quitársela sin la ayuda del profesional, esto se debe a que posee una correa con máxima resistencia al corte y un cierre de seguridad que impide su extracción, lo que sin duda incrementa la seguridad del residente.
Manuel Tamames, Director Canal y Nuevos Proyectos del Grupo Neat, quien participó muy de cerca en el desarrollo del Sistema de Errantes, tenía claro que «para garantizar la seguridad en un 99,99% se necesitaba fabricar un sistema que impidiera al usuario el podérselo quitar sin la ayuda de un profesional sanitario» y esto se consigue con la nueva unidad UDAT.
Además ambas pulseras pueden ser sumergidas en agua, una cualidad de suma relevancia para los centros residenciales que practiquen terapias en piscinas.
La seguridad nunca puede estar en entredicho, por ende, apoyarse en los dispositivos tecnológicos que ayuden a cumplir con los objetivos de profesionalidad, calidad de servicio y asistencia especializada, más allá de ser una decisión, es una obligación de los gestores de atención sociosanitaria.
La tranquilidad de saber que los residentes de un centro no corren ningún riesgo es fundamental en cualquier servicio de salud; si se elige la plataforma tecnológica idónea, la libertad de movimiento no tiene por qué sacrificarse.