La economía estudia la forma en la que la población mundial satisface sus
Así como existe una forma determinada en la que funciona un átomo (o una forma en la que sucedieron los hechos, en la historia), en economía existe una forma objetiva, determinada por naturaleza humana, de organizar la sociedad, la cual, permite aumentar la felicidad del hombre. Por tanto, la ideología, la subjetividad y los dogmatismos, quedan fuera de lugar en este campo. Sólo existen o teorías ciertas o falsas.
El grueso de los críticos al movimiento arguyen que no es más que la ideología (que no puede serlo) del rico, para explotar al pobre. En el libre mercado, las grandes corporaciones, generando plusvalías, se enrriquecen a costa de nosotros, pobres, con los bolsillos esmirriados. Esto no es más que un error ontológico, una falacia lógica. Veamos por qué: en primer lugar, libre mercado no implica capitalismo, sino libertad para que las personas, voluntariamente entre ellas, decidan formar el sistema que prefieran (por ejemplo, en la antigüedad existió un comunismo de libre mercado; u hoy en día en numerosas tribus africanas); en segundo lugar, si el mercado es libre, y se establece el capitalismo, el poder es democrático, pues los ingresos que las empresas generan son acumulados gracias a que todos los individuos, aisladamente, han decidido pagar un determinado precio por sus productos. Si usted está en contra de las grandes corporaciones, no compre en ellas; pero, por favor, deje a los demás que decidan por ellos mismos, que sean felices, no caiga en el socialismo, no se crea usted Dios.
Para lo último, he dejado el mejor argumento de los socialistas (antiliberales, autoritarios, totalitaristas, llámelos como quiera). Ellos afirman que, de no aplicarse una política estatista, serían muchas las personas pobres y maltrechas, que morirían por inanición. En definitiva, en un sistema de libre mercado, y capitalista, aumentaría exponencialmente la desigualdad. Bien. Pero no es que aumente la desigualdad, sino que la desigualdad es, científicamente, inherente al ser humano; además todos queremos destacar, diferenciarnos unos de otros (otro principio, para muchos, de la felicidad) porque tenemos autoconsciencia. Igualdad de oportunidades; no de resultados. En todo caso, en este sistema, lo que aumentaría es la justicia.
Por otra parte, el argumento de la desigualdad con la pobreza se desvanece también por su propio peso (de nuevo, error teórico), pues otro principio básico de la Ciencia Económica establece que, si se reparten los trozos de la “tarta económica” de forma desigual, ésta aumentará su tamaño, de tal forma que el trozo de cada sector será más grande, aunque más desiguales entre sí. Además, como en toda ciencia, podemos comprobarlo empíricamente: un pobre de un país capitalista, es más rico que un ciudadano medio en un país autoritaro, como el cubano.