Liberación: Desaparición de una situación de dependencia, limitación o sometimiento. A si define la RAE este término, para nuestro caso nos bastaría con la desaparición de una situación de dependencia o limitación. Jugadores con otra cara, otra velocidad o incluso con una aptitud bien distinta a la mostrada durante todo el año. Hablamos de esos “liberados” de Brasil, el Mundial los cambia la cara, su selección les hace brillar.
Comencé a pensar en estos ya en el partido inaugural, ahí Neymar se echaba a su país a la espalda, demostrando que la responsabilidad no le viene grande y que cuando se le da la máxima responsabilidad responde con creces.
Se le vio atrevido, más rápido e incisivo, pidiendo siempre el balón que ahora parecía no quemarle. Confirmó que está llamado a ser un líder, y eso que la presión sobre él no puede ser mayor, la pentacampeona es la principal favorita al actuar como local. Y el del Barça su máximo exponente, para bien o para mal. Sus compatriotas le buscan, Neymar no se arruga y Brasil sonríe.
Compañero del carioca en Barcelona, diferente grupo, país y mismo rol, él también captó mi atención. El chileno Alexis Sánchez parece otro jugador distinto cuando se viste “La Roja”. A sus habituales movimientos de desmarque continuos, suma una confianza casi maradoniana, se siente un líder y sus compañeros tienen plena confianza en su juego. El futbolista 'Maravilla' que brilló en el Calcio, se echó a la espalda a Udinese, copó portadas, halagos e hizo las maletas rumbo a España. Siempre en la línea entre el bien y el mal, la venta o seguir en la Ciudad Condal, en el disparadero, Chile no duda, Alexis manda.
Aunque quizá el cambio más llamativo, por lo menos para en un servidor, es el de Karim Benzema. El “gato” madridista se convierte en todo un tigre con los Blues, a su habitual técnica y juego asociativo hay que sumar un nuevo espíritu. Al igual que decíamos de Neymar con Brasil, Karim se siente el líder, el hombre referencia y eso le hace más peligroso, ya sea centrado o escorado a la izquierda, recordándonos a la versión que pudimos ver de él en Lyon, se le ve incisivo y con la sensación constante de peligro cada vez que entra en contacto con el balón. Madrid nunca llegó a quererle como se merece, otro que siempre está en alerta, con posibles destinos y rumores continuos sobre su salida. En Francia nunca fue indiscutible, muchos le señalaron por no cantar el himno y hoy se rinden hacia su figura, la magia de Karim le permite elegir si entonar o no la Marsellesa, con su juego basta.
Muchos otros nombres demuestran su valía y liderazgo, su mejor juego con la Nacional y coincidiendo en llevar a su país y combinado al éxito, algo de lo que no han disfrutado durante la mayor parte de sus carreras en sus respectivos clubes. Casos como los de los estadunidenses Bradley y Dempsey, líderes absolutos del combinado dirigido por Klinsmann, otro que también solía mostrar su mejor cara cuando vestía la camiseta de la Mannschaft.
O una de las grandes sorpresas de este campeonato, mención especial para Joel Campbell, delantero de jugadas imposibles aunque sumamente irregular, que se ha erigido como la estrella indiscutible de los Ticos, mostrando al Mundo el porqué Arsene Wenger se fijó en él hace años.
Responsabilidad, liderazgo, ambición y ganas de demostrar que se encuentran entre los mejores, características comunes a todos estos jugadores, aunque no son los primeros que muestran otra cara vistiendo la camiseta nacional, casos como los de los también mundialistas Klose y Podolski que aumentan su rendimiento cada vez que representan a Alemania, el legendario delantero italiano Rossi, que llego sin contar para sus compatriotas al mundial’82 y salió convertido en leyenda o incluso un caso más cercano y reconocible para nosotros, como fue el de Xavi Hernández, donde tras una mala temporada en su club y multitud de críticas, la Eurocopa del 2008 relanzó su carrera hasta convertirle en el icono de juego de la España dominadora del fútbol mundial.
Estos jugadores nos demuestran que en el fútbol la cabeza no solo sirve para rematar o despejar, y que el sentirse importante puede cambiar de cabo a rabo a un jugador. Pasar de ser criticado a idolatrado. Nada como hacerles sentir importantes, que su estrella brille por encima del resto de constelaciones. Siéntense, vean y disfruten, porque ellos se liberan, nosotros sonreimos.