- Sakineh Ashtiani
El hijo de Sakineh Ashtiani, Saijid Ghaderzadeh, y su abogado, Houtan Kjan, fueron arrestados ayer en la ciudad iraní de Tabriz, mientras estaban siendo entrevistados por dos periodistas alemanes. La detención fue llevada a cabo por las fuerzas de seguridad iraníes, que retuvieron también a los dos reporteros, que preparaban un reportaje especial sobre la lapidación y la pena de muerte en este país, tomando como referencia el caso de Sakineh Ashtiani, condenada por adulterio y el asesinato de su marido. Esta operación policial genera una mayor preocupación e inquietud por el futuro inmediato de Sakineh Asthiani y nos obliga a redoblar los esfuerzos en demanda de su liberación.
La pena de muerte, sea la lapidación, la horca o la inyección letal, constituye una violación de los derechos humanos fundamentales, que debe ser completamente abolida. Un Estado puede y debe administrar justicia, pero matar a un ser humano es en si mismo un acto de injusticia, más allá del crimen que haya cometido. No deja de ser una ironía que dos países enfrentados -Irán y Estado Unidos-, enemigos acérrimos, más cerca de la guerra que del diálogo, mantengan vigente en su legislación la pena de muerte. La intolerancia y el fanatismo habitan en todos los mundos, sean más ricos o más pobres, se declaren católicos o seguidores del Islam, supuestamente adalides de la democracia o carentes de ella,…
Amnistía Internacional mantiene activa una campaña de recogida de firmas, solicitando la anulación del juicio en el que Sakineh Ashtiani fue condenada por adulterio y asesinato. Ahora, su vida corre peligro y la concienciación y la presión internacional son más necesarias que nunca. Su lucha es la lucha de miles y miles de mujeres, amenazadas y sometidas, víctimas, en muchos casos, de vejaciones y malos tratos. Si quieres sumarte a la causa de Sakineh Ashtiani puedes rellenar un formulario en la página web de Amnistía Internacional, que será enviado al líder de la República Islámica, Ayatollah Sayed Ali Khamenei.
http://www.es.amnesty.org/actua/acciones/iran-ejecucion-sakineh/
EL FUTURO ES PASADO
El último barómetro elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas, dado a conocer ayer, es, cuando menos, para echarse a temblar. El 45,7 por ciento de las personas encuestadas entiende que la mujer debe trabajar menos horas fuera del hogar para poder atender las necesidades de la famila y la casa. Es obvio que en lugar de avanzar retrocedemos y el mundo que estamos construyendo no es aquel con el que soñamos cuando éramos más jóvenes. La crisis económica tiene como consecuencia más palpable el paro y todo el drama humano que conlleva, pero también erosiona principios y valores, que dabamos por asentados, aunque ahora sabemos que no eran ni tan firmes, ni tan sólidos. Sólo el 1,8 por ciento de la ciudadanía española considera que el hombre debe permanecer en el hogar en el supuesto de que una de las dos personas que integran una pareja tuviera que tomar una decisión a este respecto.
Esta respuesta, sin duda alguna, está condicionada por el estallido de la crisis económica, que ha venido para quedarse mucho tiempo, y lejos de reforzar los ideales de solidaridad y convivencia, nos está haciendo más egoístas e intolerantes. Los gobiernos, entre ellos el presidido por Zapatero, defienden a la banca y la patronal frente al conjunto de la ciudadanía, y ésta, a su vez, se atrinchera en si misma y lejos de responsabilizar de la situación a los verdaderos culpables dirige sus críticas a inmigrantes, a quienes quiere expulsar del país, y ahora a mujeres, a las que quiere devolver al hogar. En un contexto de bonanza, el 67,6 por ciento de la población encuestada afirma que la familia ideal es aquella en la que ambos tiene un empleo remunerado y comparten las tareas del hogar y la educación de hijas e hijos. Sin embargo, cuando las cosas vienen mal dadas, se condena a la mujer a no elegir. Claro, que no sé por qué me sorprendo. Hoy, día de la Hispanidad, la España plural se transforma en una única nación, garnde y libre, que se rinde tributo a si misma con un desfile militar y un besamanos a la monarquía. El futuro sabe a naftalina y a pasado, y el populismo se consolida, mientras la izquierda, que nunca como hoy habría de estar más viva y ser más valorada, se ha vuelto transparente.
Nada que Festejar el 12 de Octubre