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Una sociedad, un conjunto de seres humanos, es lo que pudiéramos llamar un sistema social que, siguiendo el razonamiento, también tiene su energía y puede calentarse o enfriarse. Se calienta por la envidia, por el verbo demagógico o apasionado, por la tiranía, por la injusticia... Así puede aumentarse su temperatura emotiva, y con ella aumenta el término de la entropía en la ecuación de incremento de energía libre, término que, por ser negativo, favorece un proceso espontáneo que altera el equilibrio. El sistema se enfría por la indiferencia, por la apatía, por la decadencia, por la impotencia, y entonces es la variación de la entalpía, de la energía potencial, la que decide; suele ser pequeña, insuficiente para vencer la inercia del sistema, la pereza del cambio.
Felipe Calvo Primer Doctor español (PhD, Doctor of Philosophy) por la Universidad de Cambridge. Año 1954. Madrid, 1980