El tema de la situación en Venezuela está en boca de todos ya que su realidad es muy inquietante, la situación política se encuentra muy turbulenta, no se encuentra salida probable a la crisis, si es que la podemos llamar así, cuestionando un poco el accionar político y las actitudes de sus habitantes, podemos asegurar de primera mano que este gran problema no culminará en buenos términos.
Mi postura desde un inicio de la “Revolución Socialista” hasta el momento ha sido imparcial, sin tendencia política alguna ni por el “Chavismo-Madurismo” ni por la “Oposición”, aquí quienes vivimos en carne propia la realidad, sabemos que es un despelote sin sentido alguno, en donde el bienestar de los ciudadanos no es un objetivo primordial.
La libertad de expresión se ha visto cuarteada y sesgada, debido a que los profesionales de la comunicación no podemos emitir opinión alguna con respecto a lo que está pasando en el país. Como antecedentes tenemos el cierre de RCTV y de muchas emisoras de radio. Pero vamos a analizar más a fondo lo que es o significa esta frase #LibertadDeExpresión.
Solemos vincularla a la información que se emite o no por los medios de comunicación; más sin embargo, debemos tener presente que no está limitada en su totalidad, si mencionamos algunos países árabes en donde se practica el Islam, vemos que las mujeres son solo simples objetos y su opinión no existe.
Al igual que con la liberta de creencias, Venezuela es un país en donde concurren muchas religiones y conviven de manera armónica, podemos tener el privilegio de practicarlas y de expresar lo que somos o guardar nuestra confidencialidad; de igual modo, emitir nuestra postura con respecto a otras áreas de interés social, cultural y económico.
Pero la poca libertad de expresión que tenemos los comunicadores es evidente, vemos intentos por sabotear este cerco de silencio con el uso de las redes sociales, más no sabemos hasta qué tiempo tendremos ese privilegio de poder publicar; pese a los riesgos, logramos emitir nuestras notas de prensa improvisadas e información inminente, en determinados canales informativos digitales.
Mi inquietud es el saber hasta dónde serán capaces de acallar el mar de información que genera este país. Sigo teniendo la certeza de que ser un comunicador social en Venezuela es un deporte extremo que muchos practican y sufren las consecuencias.
Por otro lado, rescatando un poco lo bueno que nos queda, es la oportunidad de emitir opiniones libres en otros ámbitos, como lo religioso, lo social y cultural sin tintes políticos. Quizá debemos ser como algunos países o como en la época de Juan Vicente Gómez o Pérez Jiménez, nadie habla de lo que se ve y de lo que se sabe sobre política.
Referencias fotos
LibroViral
Diario Octubre
Radio cumbia mix