¡Hola lectores!
Si yo les menciono el nombre Sylvia Beach y
George Whitman, seguro que no todos pueden saber de que hablo, pero si les digo
Shakespeare & Company en la romántica
ciudad de París, estoy segura de que se van dando idea de que hablaremos
el día de hoy.
Imagina la cantidad de gente que se pasea por
toda la ciudad y como visita obligatoria pasa por la catedral de Notre Dame de
París. Cientos y seguramente miles de personas lo hagan, pero pocas son las que
se fijan en un rincón al otro lado del río Sena.
En el número 37 de la calle Bûcherie se encuentra
la librería Shakespeare & Company, posiblemente una de las mas históricas
del mundo, de esas que te imaginas llenas de libros y cuentos de tipo.
“Be not
inhospitable to strangers lest they be angels in disguise” (No sean inhospitalarios con los extraños, podrían
tratarse de ángeles disfrazados) es algo que se lee en una de las paredes del ese
idílico sitio, siendo parte de la ética y alma de la librería.
La historia de esta librería comienza con su más
emblemática dueña Sylvia Beach en 1919 situada en la calle Odéon. Aquella
librería tenía el mismo nombre y estaba considerada como un lugar de
peregrinación para literarios de aquella época, por el sitio pasaron y se
quedaron como asiduos clientes y amigos, tanto los escritores franceses del
momento, como Paul Valéry, León-Paul Fargue o André Gide, como escritores
anglosajones de la talla de Ernest Hemingway, Scott
Fitzgerald, Gertudre Stein, T.S. Eliot, D.H. Lawrence o James Joyce a este ultimo, Sylvia Beach actuó como editora para publicar “Ulises” en 1922.
La tienda fue considerada como el bastión de la
cultura inglesa y estadounidense, y es que Beach permitía la compra o el
préstamo de libros que en Inglaterra o en los Estados Unidos de América habían
sido prohibidos, como El amante de Lady Chatterley de D.H. Lawrence.
(En la foto James Joyce - a la izquierda- y Sylvia Beach - a la derecha- sentados)
Durante la II Guerra Mundial, Francia se vio
ocupada por las potencias del eje y en 1941 se echó el cierre a la mítica
librería, supuestamente porque Sylvia Beach se negó a vender el libro Finnegans
Wake de Joyce a un oficial alemán. De
regreso a París, fue liberada, en una extraordinaria aventura, por un joven Hemingway, con un uniforme de campaña
sucio y ensangrentado, a lomos de un jeep del ejército americano.
Después de la guerra, George Whitman quiso
continuar con el legado de Shakespeare & Company y abrió en 1951 la librería
que hoy podemos ver cerca de Notre Dame, consiguiendo que volviera a ser lugar
típico de reuniones literarias y punto de encuentro para amigos donde poder
sentarse a leer cualquiera de las obras que descansan en los estantes.
Le puso de nombre “Le Mistral”, igual que el de
su primer amor, pero a mediados de los
años 60 rebautizó el local con el nombre actual para rendir homenaje entre
otros, a Silvia Beach. Otros nuevo escritores y poetas frecuentarían la nueva
Shakespeare & Co. como Anaïs Nin, Lawrence Durrell, Burroughs o Henry
Miller quien describió este peculiar local como a wonderland of books
(un maravilloso país de libros).
Actualmente la librería es dirigida por la hija
de Whitman, Sylvia (el nombre es otro homenaje a Beach) pero la Shakespeare
& Co. no ha perdido una pizca de su manera de entender la vida.
El lugar es uno de esos sitios aptos para
sentirse como en casa, pues no está un dependiente tras de ti preguntándote
cada poco si buscas algo en especial, es más bien como entrar a casa para
relajarse entre todo ese mundo casi utópico de letras. Y el sitio no tiene
grandes dimensiones, en el piso de abajo se llevan a cabo todas las funciones
de una librería corriente, con todo ese encanto de las librerías viejas, con
estantes altos y antiguos atestados de libros, con los que necesitas la
escaleta para tomar los más altos, en el segundo piso puedes estar en la sala
acogedora, llena de sofás, algunas camas entre las estanterías cómodamente
tomando una taza de té mientras te pierdes en tu lectura, incluso hay un piano,
haciendo de este lugar aun más placentero, incluso hay un pozo de los deseos haciendolo mas mágico.
Para aquellos viajeros curiosos que quieran dejar
huella en este sitio, hay un rincón donde pueden poner fotos y dedicatorias,
todas están revueltas y sin orden pero es parte del encanto, el sitio es
exactamente lo que George Whitman quiso plasmar, abrir las puertas de su casa y
ofrecerte un lugar donde te sientas como tal y en una de las mejores compañías
del mundo, la de mas diversidad… los libros.
Como dato adicional esta librería salió en una
película (que en lo personal recomiendo) Before Sunset (Antes del Atardecer
secuela de Antes del amanecer) donde el protagonista, Jesse Wallace, hace la
presentación de un libro en la librería. Tambien tiene un sitio en red en el
que puedes encontrar libros raros(que envían a todas partes con su respectivo sello), da click aqui y te direcciona.
En lo personal puedo decir que es uno de los
sitios más maravilloso que haya podido visitar, no podía morir sin haber puesto
un pie encima, es como adentrarse en otro mundo, la atención es increíble, el
ambiente es realmente maravilloso, salir con un libro (yo tengo Jane Eyre) con
un sellito plasmado del Shakespeare & Co. es como un tesoro personal.
Aquellos que tengan la maravillosa oportunidad de
ir a Paris por favor no se pierdan una visita a este bien descrito por Henry
Miller “maravilloso país de libros”, en verdad se van a querer quedar a vivir
ahí.
Les dejó dos vídeos, uno con el recorrido, el otro con un pequeñisimo video sobre el inicio. Espero que
este pequeño pedacito de historia para la literatura les haga investigar un
poco más del fabuloso Shakespeare & Co.
(Vídeo del recorrido)