¿Libro ilustrado o libro álbum?

Publicado el 18 febrero 2018 por Fernanda Espinosa @entrelibrosyte

Cuando empecé mi biblioteca de libros con ilustraciones no estaba muy enterada que no podía catalogar todos esos ejemplares como libros ilustrados. Para ser más exacta, de poder podía, pero ignoraba que dentro de libros a primera vista tan similares había lugar para distintos formatos.
El libro ilustrado es el formato que gana en popularidad aunque sea por default. Su contenido principal es el texto y este va acompañado en segundo plano de imágenes que replican la narración. Y así como la compañía es prescindible, las ilustraciones no son necesarias para comprender la historia en su totalidad. Por supuesto que las imágenes embellecen el libro, enriquecen el texto y evocan una experiencia lectora diferente, pero el libro no se sostiene en ellas ni las necesita.
El asunto con un libro álbum es totalmente diferente. Estos unifican el texto y la ilustración de manera tal que construyen una historia en los dos códigos entrelazados. Aunque ambos lenguajes se integran, hay una preponderancia gráfica que hace posible un libro álbum sin palabras, más no a la inversa. Un libro álbum no se puede leer sin detenerse en sus ilustraciones, muy por el contrario, exigen de una interpretación narrativa centrada en las imágenes.
Como para resumir, en los primeros el texto es lo importante y el rol de la imagen es de complemento, mientras que en el segundo el lenguaje es tanto textual como gráfico. Ahora que ya tenemos cierta noción de lo que son, podemos ir a sus principales diferencias.

• Empecemos por el proceso creativo. El hecho que algunos libros ilustrados son publicados en un inicio en formato tradicional evidencia que el orden de los factores sí altera el producto: el paso uno es la escritura y el paso dos, la ilustración. Por su parte, los libro álbum tienen un proceso en el que las ilustraciones y textos se complementan y su creación es más libre.
• Teniendo en cuenta que un libro ilustrado puede suprimir sus gráficos, queda claro que su proceso de lectura no puede ser tan diferente del de un libro de formato tradicional. Sin embargo, un libro álbum invita constantemente a rebasar la literalidad y a hacer del lector un creador. A partir de las imágenes nacen infinitas interpretaciones, los límites escapan del autor para recaer en los ojos de quien lee y hace que este desarrolle su competencia de análisis crítico y sensibilidad.
•  En los libros ilustrados lo principal es el texto y en los libros álbum, las ilustraciones. Por lo tanto, los primeros tienen espacio para textos muy extensos y los segundos no porque, justamente, el lenguaje más importante es el gráfico. Aunque estos últimos pueden darse el lujo de prescindir totalmente del texto, cuando no lo hacen estos tienden a ser breves.
Vamos con un par de recomendaciones, empiezo con uno de mis libros álbum favoritos: Los misterios del señor Burdick de Chris Van Allsburg. Es un libro sencillamente brillante, que lleva al lector a crear cada una de las historias gracias a ilustraciones fantásticas y textos sugerentes.


En cuanto a libros ilustrados, recomiendo una reedición que mencioné en mi post sobre los lanzamientos del año pasado que más me gustaron: Orgullo y prejuicio de Jane Austen ilustrado por María Hesse.


Siento que muchos libros infantiles no logran cuajar porque se conciben como si fueran libros álbum, pero su construcción es más de un libro ilustrado. Me explico: textos breves en páginas en las que predomina la ilustración, como si de un libro álbum se tratara, sin embargo, el texto explica exactamente las ilustraciones y estas no siguen más que un fin estético. No hay interpretación, no hay desafío para el lector y el resultado flota en un limbo.
La que es quizás la fórmula por excelencia para diferenciar a un libro álbum de un libro ilustrado es cortesía escritor Uri Shulevits: "si tienes dudas, pregúntate: este libro ¿se puede leer por radio? Si la respuesta es sí, entonces es un libro ilustrado. Si la respuesta es no, entonces es un álbum". La evolución del género conlleva a que líneas a veces de desdibujen un poco, como es el caso de Mujeres de ciencia de Rachel Ignotofsky, que aunque es un libro ilustrado usa recursos de libro álbum y mi lectura actual. Spoiler alert: me está encantando.


Escribo este texto sin haber tenido la oportunidad de educarme directamente en el tema, todo lo recojo de mi propia experiencia y fuentes online, así que me disculpo de antemano si algunas ideas no están tan aterrizadas como me gustaría. A mí me parece fascinante el arte que hay en la edición de libros ilustrados y libros álbum, y aunque encuentro estos últimos mucho más ricos para los lectores, hay librazos en ambos géneros. Me resulta muy interesante que libros tan similares a primera vista estén basados en conceptos tan diferentes. ¡Nos leemos!responder