a whisper in the dark, louisa may alcott
JUEVES, 25 DE FEBRERO DE 2016 / FILED IN: RESEÑAS DE LIBROSEn medio de una realidad desconcertante, producto de una relación amorosa con intereses enfrentados en la que intervienen varias personas, la protagonista se encuentra encerrada en una habitación bajo el control médico y mental de un doctor. Una sensación de terror continua acompaña desde el comienzo de la trama al lector, y hace que pase las páginas frenéticamente en busca del incierto desenlace.
Para ser sinceros, no tenía ni idea de que Louisa May Alcott, mas conocida por ser la autora de Little Women, hubiera escrito relatos tan diferentes a aquello. Algo gótico, un thriller, con parte de misterio y parte de sobrenatural. Por eso en cuanto lo vi en el catálogo de Hermida Editores no dudé en ponerme en contacto con ellos, que muy amablemente me enviaron un ejemplar a casa. ¡Muchísimas gracias por ello!
Como veis, en un relatito breve, de unas escasas 80 páginas, y no pretendo contar nada que pueda arruinar el final ni el tono en el que está escrito. Sabiamente, la autora lo dividió en dos partes, con un punto de inflexión del que pocas veces hay vuelta atrás. The point of no return, que diría Andrew Lloyd Webber. Cada una de ellas tiene unos elementos e incluso una narrativa bastante diferentes entre sí.
Conocemos a Sybill, una muchacha joven y decidida, segura de sí misma y con bastante apego a su libertad a pesar de los infortunios familiares que ha sufrido en su vida. Vive bajo el amparo de madame, hasta que se conocen los datos de un cierto pacto matrimonial hecho entre su padre y su tío hace unos cuantos años. Las partes en las que describe la energía de Sybill son luminosas, así como las correspondientes a los momentos en los que conoce a su futuro marido, su primo Guy.
Era evidente que alguna desconocida restricción había sido eliminada, apareciendo al punto su yo natural. Se trataba por cierto, de un yo muy atractivo, cortés, alegre y franco, con un matiz sentimental más profundo de lo que yo esperaba encontrar. Lo observé disimuladamente, y no tardó en poseerme la idea de que él encarnaba cuanto yo más admiraba en ése héroe ideal que toda muchacha crea en su imaginación romántica; pues ya no veía a aquel joven como mi primo, si no como mi amante, y en todas nuestras relaciones futuras este pensamiento prevaleció siempre, irradiando un encanto que nunca perdió su poder.
Sin embargo, para llegar a la futura boda con Guy debe alojarse y vivir bajo el techo de su tío, el que por alguna razón despierta sentimientos encontrados en la muchacha. Por un lado le está agradecida por la oportunidad que el enlace representa, y por otro parece repulsarle su compañía, aunque ni ella misma sabría explicar las razones. Los días transcurren en la casa, Sybill y Guy siendo felices y saliendo a pasear en caballo por los páramos cercanos, hasta que, como os digo, llegamos al punto de inflexión (que por supuesto no voy a contaros) y todo se vuelve del revés para la pobre protagonista.
La forma en la que la autora pasa de algo más o menos juvenil, un poco alocado y enamoradizo a un ambiente opresor, claustrofóbico y misterioso, es digna de mención. Como muy acertadamente expone el traductor en una Nota tras el relato, parece ser la primera vez que en un relato se emplean elementos tales como el uso de drogas o estupefacientes y el control mental de pacientes mediante técnicas innovadoras para la época. Esto, lejos de resultar chocante, se integra como una parte más del relato, hasta formar parte de algunos momentos bastante inquietantes del mismo.
Estoy realmente sorprendida con esta joya, pues me ha descubierto una faceta totalmente desconocida para mí de la autora. Lamento ser tan críptica y poco habladora en lo que a la segunda parte se refiere, pero creo que cada lector debe adentrarse en el relato con la sensación de que algo va a a ocurrir inmediatamente, pero sin tener idea de qué ni cuando. Al menos yo lo hice así y quedé muy satisfecha con el resultado. ¡Espero que os guste tanto como a mí!