NOVELA
Louisa May Alcott: Un susurro en la oscuridad
20/03/2016@17:59:16 GMT+1Por Jorge Pato GarcíaEn la segunda mitad del siglo XIX una mujer decidió escribir una novela que, sin duda, ha pasado a los anales de la historia de la literatura mundial. Louisa May Alcott nos relata en Mujercitas (1868), narración de raigambre autobiográfica,las vicisitudes de unas jóvenes que se iban a convertir en adultas durante la Guerra Civil de los Estados Unidos. Quizás el enorme éxito de esta obra haya eclipsado el resto de la producción de esta autora. Por ello es de agradecer que la editorial Hermida haya publicadoUn susurro en la oscuridad, inédita en castellano. Una historia breve pero intensa que podríamos calificar de thriller gótico.
Su personaje principal es Sybil, una chica huérfana, a quien, como era habitual en esa época, habían concertado matrimonio con su primo. El triángulo que conforman la protagonista, su primo, y su tío, da lugar a una composición a tres voces en la cual también se vuelve a repetir el esquema de vislumbrar la esencia de la sociedad en la que vivió la autora.
Una novela oscura y en la que se tratan temas muy poco abordados en el momento en que se escribió, como las drogas la locura o el control mental. A esto hay que añadir una claustrofóbica situación de encierro y de estricta vigilancia médica que sufre la protagonista, y la lucha entre personas por objetivos contrapuestos. Junto a otra serie de circunstancias que generan una sensación de miedo o de terror a lo largo de toda la lectura, de tal manera que, al estar narrada en primera persona, se es cercanamente partícipe de esta angustia.
Un “susurro en la oscuridad” puede ser algo tanto positivo como negativo. Puede que nos dé fuerzas para seguir adelante, esforzarnos en el día a día y superar las dificultades. Pero también puede ser algo aterrador, sombrío, inquietante, algo que puede llevarnos incluso a la locura, incluso cuando en ciertas ocasiones no podemos distinguir la realidad de lo que son ensoñaciones. La aparición de esta novela en nuestro idioma es una magnífica ocasión para descubrir a una Louisa May Alcott insólita, muy diferente a la autora de su celebradaMujercitas.