Meterte en la piel de los personajes. Sentir curiosidad, dolor o incluso enamorarte con solo pasar páginas. Sentirte absorbido por unas cuantas hojas rellenas de letras es algo que solo puedes comprender cuando lees por gusto. Cuando realmente te apasiona un autor o cuando te identificas con una novela, cuando eres capaz de imaginar como actuarías tu si estuvieras en la piel del protagonista.
Lo malo de coger un libro con muchas ganas es querer saber lo que pasa a continuación pero que no lo quieres terminar, dos cosas incompatibles.
Yo siempre digo que un buen libro es muchísimo mejor que una buena película. Algunos dicen lo contrario, algo que nunca voy a poder comprender. Puedes disfrutar con yendo al cine o viendo una película en la tele sin embargo un libro te puede transmitir muchas más cosas, tiene la capacidad de hacerte pensar.
Una de las cosas más importantes en la que los libros ganan sobre las películas es algo tan sencillo y evidente como el contenido. Esto es lo que pasa cuando se intenta meter un libro entero en una película, es imposible.
El poder de imaginación de la mente llega mucho más allá de lo que una pantalla podrá llegar nunca.
Toma la iniciativa.