Libros, cambio y mercadeo

Publicado el 04 septiembre 2009 por Lgutierrez
The Death of Bunny Munro, la segunda novela del músico Nick Cave, que será publicada en el mes de septiembre por una treintena de editoriales alrededor del mundo.
La excesiva confianza en la tecnología no es buena. Creer que los cambios, necesarios o no, que se producirán en la cultura y sus manifestaciones serán producto de alguna innovación tecnológica es, por decir lo menos, una ingenuidad. El hecho de que un editor acompañe la edición impresa de una novela con una edición de ésta en video (un DVD que muestra al autor leyendo), un audio libro y un CD con la banda sonora de la obra no significa que se esté revolucionando la literatura ni que por fin la tecnología cambiará la forma de disfrutar la ficción literaria.
Lo más que se puede decir es que se trata de una muy eficaz estrategia para potenciar el valor de un producto editorial (o de entretenimiento) y una manera de aprovechar el prestigio que como músico tiene Nick Cave, el autor de la novela.

Nick Cave leyendo el capítulo 3 de The Death of Bunny Munro. Este video pertenece al DVD en el que se ve a Cave leyendo los capítulos del libro. El DVD forma parte de un paquete que contiene siete CDs en los que se escucha la voz de Cave leyendo su libro y la banda sonora compuesta especialmente para la novela por éste y Warren Ellis.

Tampoco hay que dejarse impresionar ni convencer por los argumentos de guionistas, como Anthony Zuiker, que preconiza haber inventado la “diginovela”. Zuiker tan solo concibió la idea para una novela (Duane Swierczynski terminó escribiéndola) en la que cada tantas páginas aparece un código que le da acceso al lector a un video colgado en una página Web.

Aunque es cierto que relacionar distintos productos de ocio con diferentes formatos: texto+audio+video, puede estimular el interés de muchos lectores, no se está ni revolucionando la literatura, ni la música, ni el video, a lo sumo se está intentando maximizar el atractivo que cada una de estas manifestaciones posee por separado para vender más cantidades del producto que las agrupa.
Es curioso ver como cada tanto alguien reclama ser el inventor del hilo negro y, más curioso aún, encuentra a alguien que le crea. En 1994 la editorial de poesía Visor publicó A dos voces, un poemario de Mario Benedetti acompañado por un CD en el que el músico Daniel Viglietti le ponía música a los poemas. Un año más tarde, en 1995, Laura Esquivel publicaba su segunda novela, La ley del amor, la cual venía acompañada por un CD con canciones que se debían escuchar mientras se leía el libro, una banda sonora.
¿En aquel entonces se habló de revolución de la literatura, de la creación de un nuevo tipo de libro, de un cambio imparable en la industria del libro? No, pues los vientos revolucionarios todavía no hacían girar las aspas de los molinos del cambio tecnológico.