En 2008, Mark Cameron un ingeniero neozelandés, cuando realizaba sus trayectos en ferry los aprovechaba para leer, pero para conseguir una mayor experiencia de la lectura decidió crear listas de reproducción en su iPod relacionadas con el contenido del libro. Dándose cuenta que, de esta forma, conseguía que el libro le transmitiera más, convenciéndose poco a poco de una armonía casi perfecta entre la literatura y la música.
En 2011, después de tres años de trabajo tras el objetivo de desarrollar una tecnología que permitiera disfrutar de la lectura de un libro y de una banda sonora que lo acompañará a la vez, Cameron se convirtió en el CEO de Booktrack. Una aplicación disponible para Android, iOS y lector web, que permitía incorporar una banda sonora a determinados libros.
Posteriormente en 2015, Cameron firmaría un contrato de cinco millones de dólares con COENT Venture Partners y Sparkbox Ventures que le permitió expandir su aplicación por Estados Unidos y Canadá.
De esta forma colocó Booktrack entre las 100 aplicaciones más descargadas de la App Store. Aunque el “boom” de los libros con banda sonora aún no ha llegado, tanto los audiolibros como otros proyectos que buscan mejorar la experiencia de la lectura comienzan a expandirse en una industria de los libros electrónicos que, en el caso de la filial de Amazon, cuenta ya con un fondo global de 12 millones de dólares.