De entre los muchos relatos que la oralidad ha logrado elevar a la categoría de clásicos en su paciente transcurso a lo largo de generaciones, Cenicienta y La Bella Durmiente merecen un lugar preeminente. Ambos cuentos se erigen como un legado literario indiscutible, transcrito no pocas veces y en no menos lenguas por autores que dominaron la técnica del cuento. Por eso Libros del Zorro Rojo presenta ambos libros en la versión de Charles S. Evans y las ilustraciones de Arthur Rackham. Cuentan además con la traducción de Elena del Amo y los prólogos de Antonio Rodríguez Almodóvar.
Celebérrimas fueron las ediciones ilustradas que, entre 1919 y 1920, William Heinemann encargase a Arthur Rackham, quien ya gozaba de gran prestigio en el panorama artístico inglés. Ambas ediciones, que terminaron por consagrarle como uno de los mejores artistas plásticos del siglo XX, inauguraron una colección de lujo que pasó a la historia por irrepetible: apenas dos mil ejemplares vieron la luz, numerados, impresos en papel hecho a mano y firmados por el propio Rackham, referente fundamental en el ámbito de la ilustración de cuentos infantiles clásicos.
Recuperar a la Cenicienta y a La Bella Durmiente de aquellas ediciones originales ha sido posible gracias a sus ejemplares número diecinueve y setenta y dos, respectivamente (cifras que, casualmente, coinciden con el día de nacimiento de Rackham y los años que vivió). A partir de estos ejemplares han reproducido el hipnótico mundo ilustrado de Rackham, el vivo baile de sombras que nos transporta a lujosos palacios e ilumina sus estancias, un elenco de siluetas que como sombras chinescas desfilan ante el lector, recordándole las formas renacentistas de belleza idealizada.