Libros "Este mes cumplo años"

Por Elisa Hernández @ElisaHernandezG
Cada vez que estoy en 5 años tengo que dedicar bastante tiempo y esfuerzo a justificar por qué los niños pueden y deben aprender a leer sin cartilla, a través de textos con sentido, lo más reales posibles. Y me da un poco de rabia porque es como está demostrado que debe hacerse y por tanto como aparece en cualquier libro que hable de didáctica de la lengua en Educación Infantil (en cambio, aún no he leído en ninguno que haya que usar cartillas). Quizá nosotros y nuestros padres aprendimos con alguna de ellas y como sabemos leer y parece que muy mal no nos ha ido, esperamos que nuestros hijos y alumnos aprendan del mismo modo. La educación ha evolucionado mucho y desde hace años se conocen prácticas educativas que han sido probadas y han dado muchísimos mejores resultados que las más tradicionales.
En mi aula intento que leamos todos los tipos de textos posibles. Entre ellos están unos libritos de una colección llamada Este mes cumplo años que, aunque son algo "didácticos", yo uso muchísimo sobre todo cuando tengo alumnos de 5 años. Está compuesta por 12 libros muy finitos, cada uno titulado con el nombre de cada mes del año. La editorial es La Galera y están escritos por Laura Espot, David Monserrat y Elisabeth Tort e ilustrados por Roser Calafell.
Está diseñada para que los niños tengan el libro del mes que cumplen años pero yo cuando los ví, aún cuando casi ni había empezado a trabajar, me compré los 12 pensando en que, al menos, me darían ideas para hacer murales de cada estación del año. Y sí, los uso para eso en 3,4 y 5 años, pues tienen unas ilustraciones que a mi me gustan mucho y me sirven de base para dibujar en murales y tras pintarlas, añadir sobre ellas distintos materiales. Pero en 5 años les doy mucho más uso del que había imaginado y una vez que los niños son capaces de leer algo, los disfrutan un montón.
Comienzan siempre hablando del paisaje del mes correspondiente, después hay una poesía y luego varias adivinanzas relacionadas con ese mes o estación del año.

A continuación nos habla de la ropa que llevamos y luego de las frutas o verduras que podemos encontrar en el mercado.

Luego vienen refranes del mes correspondiente, después una canción y por último nos habla de alguna fiesta típica. La última página es un marco para que el niño que cumple mes ese año pegue una foto.

En 3 y 4 años, como os he dicho, sólo los uso para los murales y alguna adivinanza sencilla. Algún año los leí y claro, les parecieron aburridos. En 5 años yo pensé que pasaría algo parecido. Como la capacidad de atención de los alumnos es mayor y tienen una conciencia temporal más clara decidí empezar a leerlos algunos días en la asamblea. Del contenido les gustan mucho los refranes y las adivinanzas pero lo que más les hace disfrutarlos es participar de la lectura. Al principio de curso, sobre todo los leo yo y me van ayudando conforme van siendo capaces de leer más. En seguida cambiamos los papeles y soy yo la que ayuda un poquito a los niños que ya son capaces de leer con más soltura. Más o menos en enero, ya participan todos o casi todos en la lectura del libro, individualmente o por parejas, ayudándose entre ellos si lo necesitan. La letra es cursiva y mayúsuculas aunque predomina la primera.
Para que no sea aburrido, solemos leer en distintos días del mes los diferentes apartados. Las adivinanzas ya sabéis que les encantan pero para mi la gran sorpresa la primera vez que estuve en 5 años me la llevé con los refranes. Les gustaron muchísimo así que lo que hacemos es aprendernos alguno de los que leemos. Lo decimos cuando el encargado nos va pasando lista y eso nos sirve para memorizarlo y poder contárselo a nuestra familia a la salida.
Como les gustan tantísimo hacia mitad de curso hacemos un libro de refranes de nuestra clase con dos refranes que escribe cada niño ayudado por su familia (os conté un poquito cómo lo hacíamos en la entrada Las otras fichas de lectoescritura).
Por supuesto, los libros de Este mes cumplo años forman parte, a partir del segundo trimestre, del rincón de biblioteca, para que los niños puedan releerlos todas las veces que quieran.