Hoy me toca hacer repaso de los libros nuevos que han llegado a casa durante las últimas semanas. Aviso que moriréis de envidia
Pacto de lealtad (Gonzalo Giner): fue mi pedido del mes a Popular libros. Nada más llegar, mi padre lo tomó prestado, así que tardaré un poquito en leerlo.
La piel dorada (Carla Montero): regalo de la propia editorial. Me encantó la anterior novela de la autora y esta, aunque a Mork no le ha gustado mucho (su reseña), también me apetece.
El paciente (Juan Gómez-Jurado): se lo regalé a Mork en la mini-feria del libro de León y ahora me lo ha prestado; creo que va a estar muy entretenido.
Estos dos libros los gané en un sorteo en abril, pero como vienen de Bookdepository han tardado un poquito:
Mi tercera edición de The princess bride (William Goldman), para cuando me apetezca releerlo de nuevo
The invisible ones (Stef Penney): es la autora de La ternura de los lobos (reseña), y me apetece mucho volver a leer algo suyo.
Las chicas de septiembre (Maureen Lee): me lo regaló mi abuela
Las hijas de la luz del Norte (Kristine Kabus): ha sido un envío de Ediciones B. Una saga familiar que pinta muy bien.
La última vuelta del scaife (Mercedes Pinto): me lo envió la propia autora para una lectura conjunta. Es el libro que estoy leyendo en este momento y el jueves publicaré mi reseña.
Burial rites (Hannah Kent): había visto este libro reseñado en muchísimos blogs en inglés y me picó el gusanillo, así que cuando lo vi en el escaparate de una librería pequeñita que hay al lado de la Catedral, lo compré
Blue midnight es la nueva novela de Tess Thompson; a estas alturas ya sabéis que leeré todo lo que escriba esta mujer.
Losing St. Christopher me lo envió la agente del autor David-Michael Harding, del que leí How angels die y me encantó. Es la segunda parte de una serie sobre los Cherokees, y tengo todavía pendiente el primero.
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Como veis, no tengo tiempo de aburrirme.
La joya de la corona de este IMM es, sin duda, mi edición americana del 30º aniversario de The princess bride, que estaba desando tener en mis manos por fin. Supongo que lo releeré de nuevo cuando necesite levantarme el ánimo. De hecho, creo que voy a intentar coleccionar ediciones de este libro que, después de todo, es mi libro favorito