¿Se puede hablar a los niños pequeños de democracia? ¿O es un concepto demasiado complejo para ellos? Pues esto es como todo: basta con adecuarse a su lenguaje y a su universo y entonces podemos tratar con ellos cualquier tema. Eso hace el cuento de hoy, Las tres princesas pálidas , en las que se habla de reyes, princesas, sucesores al trono... y en el que el pueblo tiene mucho que decir. Pero es un cuento que también habla de otros valores, como el amor o la generosidad. Imprescindible.
Texto: María José Martín Francés
Ilustración: Carole Hénaff
Edad recomendada: A partir de 5 años
"¡Gentes del pueblo!, ¿cuál de mis tres hijas queréis que sea vuestra próxima reina? (...)
¿De tus tres hijas? ¡Ninguna! ¡Son pálidas como la Luna!"
Debo señalar que este cuento está recomendado para niños a partir de 5 años, pero a mi hijo mayor se lo regalaron cuando cumplió 3 años y es uno de sus relatos favoritos. Tal vez lo va entendiendo mejor a medida que se va haciendo mayor, pero es uno de esos cuentos que pide una y otra vez. Y es que, como siempre, las edades recomendadas son orientativas. En este caso, mi hijo ha conectado muy bien con esta historia, sus bellísimas ilustraciones y, sobre todo, la manera en que está contada y a nosotros nos ha servido para trabajar la educación en valores . No sólo para trabajar conceptos de política (como la democracia), sino valores como el amor o la generosidad e incluso una breve reflexión sobre la muerte.
Al modo de los cuentos clásicos , este relato nos sitúa en un lejano reino, donde un anciano rey tiene, como suele ser lo habitual en los cuentos de toda la vida, tres hijas. Pero estas tres princesas no están esperando a ningún caballero de brillante armadura, ni suspiran, ni matan el tiempo bordando... Estas tres princesas van a enfrentarse a una situación inusual. Y es que su anciano padre quiere dejar resuelto el asunto de la sucesión al trono, por lo que reúne a sus súbditos para consultarles cuál de sus tres hijas quieren como reina. Pero el pueblo opina que de esas tres princesas, tan pálidas como el agua o el cristal, no quiere a ninguna. El rey se queda muy triste, porque la decisión del pueblo supondrá el final de su reinado.
Sin embargo, las princesas están dispuestas a mostrar su valía y, si el color de su cara es tan importante, harán lo posible por cambiarlo. Al menos las dos mayores, que ponen de manifiesto su ambición bebiendo estrellas y abrazando hiedras, en busca del color que les llevará al trono y que comprobarán, enojadas, que el pueblo no va a dejarse engañar por sus artimañas. Sin embargo, la más joven no desea ser reina, porque eso significaría que su padre tendría que morir. El pueblo elegirá finalmente a aquella candidata que presenta las mejores cualidades para ser una buena gobernante, aquella cuyo corazón, libre de ambiciones, se inclina por el amor y la bondad.
No me extraña que este cuento fascine a mi hijo. La historia incluye todos los elementos de los cuentos clásicos: el lenguaje, las fórmulas de introducción y cierre ("había una vez hace mucho mucho tiempo"/ "Y colorín, colorado"), una estructura repetitiva, diálogos rimados, componentes mágicos... Elementos que llevan funcionando toda la vida, así que ¿por qué no recurrir a ellos? Todas estos componentes tradicionales envuelven un mensaje moderno, con valores atemporales (el amor o la generosidad no es algo que acabemos de inventar, la verdad), pero también con una concepción moderna del mundo y de la vida.
El otro elemento fundamental de este libro son las delicadas ilustraciones de inspiración oriental , que claramente remiten al imaginario de Las mil y una noches. Son imágenes de trazo sencillo, coloreadas en tono pastel, que juegan con las perspectivas y en las que abundan detalles vegetales, celestes y simbólicos. La ilustradora, la francesa Carole Hénaff, cuenta con su propio estudio, dedicado a la publicidad y la ilustración de libros, revistas y carteles. Con Kalandraka también ha publicado Smara
La autora, maestra y creadora de recursos educativos basados en los cuentos, cuenta esta historia con vasos de agua , que va tiñendo de colores a medida que avanza el relato, tal como podéis ver en el siguiente vídeo:
Por si os interesa, os dejo el enlace del cuento, que también está publicado en gallego y en catalán, así como de Smara: