- Un soplo de optimismo: El hotel de los corazones rotos, de Deborah Moggach, una entretenida novela coral que demuestra que las segundas oportunidades son posibles a cualquier edad.
- Como la vida misma: El insólito peregrinaje de Harold Fry, de Rachel Joyce, una encantadora historia que invita a reflexionar sobre la vida.
- Comedia romántica: La segunda vida de Viola Wither, de Stella Gibbons, las peripecias de una particular Cenicienta y de las mujeres fuertes que la acompañan.
- Libro sobre libros: La vida cuando era nuestra, de Marian Izaguirre, una novela ambientada en la primera mitad del siglo XX que nos recuerda la importancia de los libros y la amistad.
- Intriga psicológica: Tres noches, de Austin Wright, un despliegue narrativo espectacular que trata con inteligencia al lector y le sorprende hasta el final.
- Novela histórica: El último refugio, de Tracy Chevalier, una historia contada con sutileza y elegancia sobre una joven cuáquera que en el siglo XIX colabora con una red clandestina para ayudar a los esclavos negros.
- Originalidad y temas familiares: El Gran Juego, de Leticia Sánchez Ruiz, una obra que hace sonreír al lector y aporta frescura a los libros sobre el universo familiar.
- Perspectiva infantil: La primera mentira, de Marina Mander, una novela tierna y estremecedora que puede gustar a quienes disfrutaron de Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea.
- Situaciones límite durante la Gran Guerra: Karl y Anna, de Leonhard Frank, una historia breve e intensa que pone a prueba la conciencia y la empatía del lector.
- Literatura juvenil realista: Croquetas y wasaps, de Begoña Oro, una novela optimista que gustará especialmente a los adolescentes que pasen por su primer mal de amores.
- Libro curioso y divulgativo: Los grandes seductores, de Betsy Prioleau, un interesante recorrido por las claves que han proporcionado el don de la seducción a algunos hombres.
- Álbum ilustrado: El árbol rojo, de Shaun Tan, un bello texto acompañado de ilustraciones de estilo surrealista para los adultos que no han dejado de creer en sus sueños.