1. Sombras en las paredes de la muerte: escrita por Robert Clark Kedzie en el año 1874, médico y químico de renombre, investigó los efectos que tenía la tinta según estuviese colocado en hojas de diferentes tipos. Sin embargo, pronto se le fue de las manos y comenzó a probar otro tipo de sustancias, como el arsénico, elemento que impregna las hojas de todos los ejemplares publicados de este título. Actualmente, estos libros se encuentran encapsulados para asegurar la seguridad de los lectores y solo se pueden tocar por guantes.
2. Necromicón: a pesar de que es un libro que trata de un libro de ficción, presumiblemente escrito por Abdul Alhazredun —poeta que tenía graves trastornos mentales—, los efectos que tuvo en sus lectores fueron devastadores. Muchos de sus lectores afirman haber visto espíritus de custodios malignos, y alucinaciones en las que se encontraban en vastos desiertos. Casi nada, ¿eh?
3. Eutanasia, la estética del suicidio: escrita por James Harden en el año 1894, narraba lo bonito que podía llegar a ser el hecho de arrebatarse la vida a uno mismo, explicando hasta noventa técnicas distintas que podían utilizarse para hacerlo —todo ello ilustrado con bonitas imágenes—. Fue una obra que inspiró a muchísima gente a cometer suicidios, por lo que fue eliminado de los puntos de venta. Como curiosidad, el propio autor siguió sus explicaciones y utilizó morfina para suicidarse.
Estos son algunos de los libros más peligrosos que hemos encontrado en la historia de la humanidad. Hay más, por supuesto, así que si os gusta esta entrada os la traeremos pronto también.