El artículo Libros que me recuerdan a la tristeza es propiedad de Carmelo Beltrán.
Hace unos cuantos días vi en el canal de Paula Booker una sección que ha estrenado recientemente en el que relacionaba canciones con determinados momentos de su vida. Como me gustó tanto el toque que tenía, decidí robársela y adaptarla al formato literario con mi toque personal. Así que, ¿os apetece que os hable de unos cuantos libros que me recuerdan a momentos tristes y os explique por qué?
Libros que me recuerdan a la muerte
Todas las horas mueren de Miriam Beizana Vigo
Seguramente no había otro libro que pudiera comenzar esta lista. Todas las horas mueren es la última obra que me ha hecho sentir triste de verdad. No sé cuántos la habéis leído —y en caso de que no, os emplazo a la reseña del canal—, pero hay un personaje que se llama Laura que me recuerda a una etapa bastante difícil que tuve que atravesar hace varios años. Me siento identificado tanto a nivel metafórico como a nivel de historia y eso hizo que durante un par de capítulos en los que su pasado se desarrolla leyese con el corazón acongojado.
Esa fue una de las claves para que me gustase tantísimo este libro.
Contra la fuerza del viento de Victoria Álvarez
Este no es un libro triste, para nada en realidad —aunque algunos momentos en los que la lagrimilla asoma sí que tiene—, pero lo asocio a malos momentos porque fue la lectura que hace un par de años me acompañó en el Kindle cuando atravesaba una etapa nada halagüeña —Dios, se van a pensar que soy un dramas—.
La verdad es que sirvió de gran anestésico a la hora de hacerme descansar en ciertos momentos y llevar mi mente a otros puntos. Cuando lo leía había una persona conmigo y me decía siempre que alucinaba con mi capacidad para abrir un libro y olvidarme de todo lo de alrededor.
El joven Nathaniel Hathorne de Víctor Sabaté
Esta obra es muy cortita. Si no me equivoco no alcanza ni siquiera las cien páginas, pero trata uno de los temas que a mí siempre más me ha preocupado: el paso del tiempo y las cosas que vamos dejando de poder hacer conforme este arrasa en su camino.
Esta lectura no me pilló tanto en una etapa mala sino en una etapa en la que no tenía demasiado claro cómo quería encauzar mi vida y el hecho de que un libro me hablase solamente de oportunidades perdidas, de no atreverse y de que luego no hay nunca vuelta atrás hizo que se me crease un nudo en la garganta importante.
El libro en sí merece mucho la pena, la verdad.
La ladrona de libros de Markus Zusak
Esta obra fue una de las primeras que me hizo experimentar la tristeza al leer un libro, tristeza de verdad, de la que hace daño, de la que te agobia, de la que te deja pensando cuando cierras las páginas, y es que era una obra feliz, un cuento en el que todos sonreían, pero en el que de fondo se dejaban caer ciertas gotas del lado más cruel del ser humano: las guerras, el racismo, el odio…
Todo a través de los ojos de un niña que encontró en los libros un refugio para su mente.
Es una historia preciosa y la película también.
El artículo Libros que me recuerdan a la tristeza es propiedad de Carmelo Beltrán.