¿Y qué hacemos cuando nos pasa esto?
Si es un libro que hemos escogido por gusto, si en el primer capítulo no nos engancha y la lectura se nos hace lenta y pesada, para mí lo mejor es dejarlo. Si no nos ha cautivado desde el principio, no va a interesarnos después. Si por lo contrario es un libro que nos vemos obligados a leer, porque está en el programa de estudios, porque tenemos que hacer una reseña o un trabajo sobre él, lo mejor es tomárselo con calma y hacer “mini-sesiones” de lectura (1 hora o así) para no cansarnos tanto. A veces también podemos buscar resúmenes, versiones acortadas o similares. Ocurre con algunos libros que tienen un lenguaje que nos cuesta entender y nos complica la tarea. A veces existen versiones más sencillas con un lenguaje más simple para que podamos enterarnos de todo lo que pasa sin tener que leer todo aquel “tocho”. Esto suele ocurrir con libros clásicos que pueden ponernos como lecturas obligadas en el colegio, por ejemplo.
Como última recomendación general os diría que cuando un libro no os guste, no os dejéis guiar por la crítica, aunque digan que es la mejor obra del siglo o que es un gran bestseller. Cualquier libro no es para cualquiera y, aunque se venda como churros, alomejor para nuestro gusto es malo. No pasa nada. En la literatura no hay que dejarse llevar por modas y bestsellers, sino por lo que a uno le apasiona, le llama la atención y le divierte. Buscad esos libros que os absorben desde el principio y que no os permiten soltarlos sin saber qué va a pasar después. Esos son los buenos.