Aunque para muchos pudiera parecer exagerado pienso que es fundamental profesionalizar la asesoría en esta complicada fase post parto. Muchas madres que en principio tienen la intención de amamantar a sus hijos, pierden pronto el interés debido, en gran parte, a la falta de información y apoyo.
Y es que la lantancia no va solo de quitarse el sostén y meterle un pecho al bebé en la boca. Hay todo un proceso que se complica en algunas situaciones cuando aparecen problemas como una supuesta falta de leche o padecimientos físicos en las mamas. Dicen los expertos que la lantancia es posible en la mayoría de los casos pero depende al 100% de las ganas que tenga una mujer de alimentar al bebé con su propia leche.
Lo más cómodo es recurrir a una lata de fórmula láctea, porque para que nos vamos a engañar, muchas veces la lactancia es molesta, agresiva e incluso dolorosa. Sin embargo, si pensamos más en el bienestar del bebé que en nuestra comodidad podremos comprender que el mejor alimento que puede recibir un niño es la leche de su madre, sobre todo en sus primeros meses.
Por eso me ilusiona que existan expertas formadas profesionalmente para asesorar a las primerizas. Y por eso también apoyo la labor de instituciones como la Liga de la Leche.