Y cómo actúan?
Estas sustancias que se encuentran en el tomate fresco y en todos sus derivados pertenecen al grupo de los carotenoides es el más abundante en la sangre, se almacena en hígado, pulmones, próstata, cuello uterino, colon y piel. Su principal función es ser antioxidante, es decir, evita por ejemplo que el colesterol “malo” o LDL se oxide y produzca daños (lo que se denomina “estrés oxidativo”), el mecanismo de acción consiste en actuar sobre los radicales libres, moléculas extremadamente inestables con gran poder reactivo que se producen normalmente en el organismo por el contacto con el oxígeno, afectando las membranas celulares y atacando el material genético de las células. Se ha demostrado una reducción importante en el riesgo del cáncer de próstata al consumir tomates, salsa de tomates, ketchup y extracto de tomate con una frecuencia superior a 2 veces por semana.
Una porción (60 gramos), de puré de tomates que puede formar parte de una comida o la salsa que acompaña un alimento aporta por ejemplo 10 mg de licopenos.
Algunos tips:
se encuentra más concentración de licopenos en los tomates frescos del tipo perita que en el que utilizamos para ensalada. Además de encontrarse más en el tomate que haya madurado en la tomatera del que se cortó verde y maduró luego.