Pero ¿cómo se consigue ese nivel de involucración? Está demostrado que el compromiso no es una actitud que elije el propio individuo, ya que está seriamente influida por lo que ve y experimenta en su empresa y en su propio departamento. De hecho diversos estudios revelan que la relación que el directivo establece con cada profesional de su equipo se convierte en uno de los lazos más fuertes para forjar su compromiso. Y aquí es cuando entra en escena el iceberg.La imagen de esta gran masa de hielo pretende llamar la atención sobre lo absolutamente esencial que es liderar desde Visión Integral de la Persona. Un buen gestor de personas no puede dirigir desde lo superficial, sin entender y analizar desde una perspectiva global a cada colaborador.
Pero ¿cómo se consigue ese nivel de involucración? Está demostrado que el compromiso no es una actitud que elije el propio individuo, ya que está seriamente influida por lo que ve y experimenta en su empresa y en su propio departamento. De hecho diversos estudios revelan que la relación que el directivo establece con cada profesional de su equipo se convierte en uno de los lazos más fuertes para forjar su compromiso. Y aquí es cuando entra en escena el iceberg.La imagen de esta gran masa de hielo pretende llamar la atención sobre lo absolutamente esencial que es liderar desde Visión Integral de la Persona. Un buen gestor de personas no puede dirigir desde lo superficial, sin entender y analizar desde una perspectiva global a cada colaborador.